Gustavo Ontiveros, referente de estas comunidades, lamentó el accionar del gobierno recordando que “la comunidad advirtió en reiteradas ocasiones a la policía y a funcionarios estatales, y por nota al gobernador, que los trabajos en ese lugar producirían el hallazgo de los restos arqueológicos. Por el trabajo de las máquinas arrasaron con parte de ese material y destruyeron parte de las estructuras; a raíz de esto se paró la obra”.
Asimismo, señaló que “todas las comunidades piden siempre la consulta para tratar estos temas y para intercambiar información para poder realizar estos emprendimientos de la mejor manera. En Caspalá se violó eso desde el principio, con la escuela, la cancha y otras obras que intenta hacer el gobierno”.
“La comunidad dijo que los encontrarían, dijo siempre a los operarios que los destruirán, por eso se oponían a la expropiación”, agregó. También consideró que ninguna institución o profesional del área protesta por la situación porque “deben tener miedo, como lo tienen muchas personas de la sociedad. El gobierno es muy dictatorial y hace una persecución extrema de la gente. En Caspalá persiguen a los trabajadores de la educación, de la salud, del municipio. Ese miedo se siente en toda la sociedad, el silencio se debe a temor”.
Bronca en comunidades por la destrucción del patrimonio arqueológico de Caspalá