Para el comunero, en los últimos años el carnaval jujeño fue cambiando como consecuencia de la pretensión del Estado provincial de querer "regularlo" e imponerle normas, impuestos y otras cuestiones, que colman de burocracia un hecho que es netamente cultural.
"Han sancionado leyes que tienen que ver con el avance sobre el ejercicio de los derechos culturales de la ciudadanía", expresó Sajama en diálogo con Radio 2.
Además ahondó en que el carnaval es tiempo de compartir y que todo lo que se brinda se "invita", no se cobra.
Impuestos al carnaval, el gobierno hace negocio con la cultura
Sobre el avance del gobierno sobre el carnaval expresó, "hay intereses comerciales de por medio, no se puede entender de otra manera".
"Las leyes que han sacado significan un grave retroceso para el ejercicio de las prácticas culturales. Esto de cuando llega la época de la cosecha, la gente se reúne con alegría, agradecimiento, esto ya viene desde antes que exista el Estado de Argentina y Jujuy. Si es por antigüedad legal, estas prácticas son más antiguas que el mismo Jujuy y la misma Argentina".
Recordó además que en el año 2003 Jujuy firmó ante la UNESCO un compromiso para salvaguardar el patrimonio, cuando se declaró a la Quebrada de Humahuaca Patrimonio de la Humanidad.
Sobre la normativa impuesta por el gobierno provincial mencionó, "si revisamos la legislación que se hizo nos encontramos con cosas que ya no se pueden hacer o cosas por las cuales hay que pagar".
"Si una familia realiza una invitación a una comparsa que es normal y natural desde antes que existamos nosotros, ahora hay que informar a la policía, hay todo un tramiterío diseñado en el cual hay que informar tal fecha, tal hora, documentación personal de la familia que está invitando, cuántas personas va a haber, un croquis, un depósito que hay que realizar. Todas esas son restricciones al ejercicio de los derechos culturales".
"No lo van a entender la cantidad de abogados que nombraron en estos años".
Con todas las restricciones impuestas a las comparsas, Sajama consideró que hay un ánimo lucrativo que de a poco va a hacer que las familias dejen de querer realizar sus invitaciones.
"La tradición indica que la familia se hace cargo de lo que va a invitar. Ya está pagado cuando está puesto en la mesa. Compartimos con personas que no conocemos la alegría, el agradecimiento hacia la tierra porque de la tierra viene todo".
"En esto no hay mercantilización, es compartir. Ellos lo ven de otra manera, nos están quitando la identidad y eso es muy grave. Nos están destruyendo".
"Nosotros tenemos la comparsa Los Alegres Percheleños, hemos hecho el desentierro el día 11 de febrero, la idea es compartir, todas las personas han puesto de su bolsillo la bebida, comida, las orquestas, todo lo paga la comunidad de su bolsillo".
"A quien le ha ido mejor en la cosecha ha puesto un poco más, pero todo eso se invita a las personas. En ningún momento se les está cobrando".
Para Sajama el gobierno atenta contra las comparsas de los pueblos con las restricciones que impone y paradójicamente promociona el carnaval de la Quebrada, en beneficio del festival que se realiza en Capital y que se vende como carnaval.
"Pretenden que haya un solo administrador y un solo festejo", consideró.