Los barrios de la capital jujeña siguen dejando al descubierto la falta de mantenimiento y políticas públicas. En esta ocasión, Gabriela Laureano, vecinalista del Barrio Almirante Brown, visitó Sobremesa y relató las situaciones que viven diariamente.
En cuanto a los vecinos, la mujer detalló: “ya no podemos decir que somos clase media, alta o baja. Me siento indigente. La plata no alcanza para nada, este gobierno no sé para qué está; se llena la boca hablando de grandeza y viven en un mundo de maravilla. La estamos pasando muy mal. Estamos en una desidia total, la inseguridad es terrible, quisiera que este hombre que se cree gobernador camine por el barrio y vea lo que pasa”.
Uno de los puntos que más le preocupa a Laureano es la poca presencia de la policía en el lugar; sumado a la falta de móviles ante cualquier hecho de inseguridad que ocurra.
“No se puede ir ni tranquila hasta el almacén. No hay horario para los robos, tenemos que armar a nuestros hijos que salen de casa a jugarse la vida. Tenemos comisaría cerca, pero una vez tuvimos que llevar en un auto particular a los policías para que recuperen un traje robado, es una vergüenza”, afirmó y agregó: “De noche, imposible, es una desidia, muy inseguro. No hay alumbrado público, llamamos, pero no nos dan bolilla. El centro vecinal está captado por radicales que no hacen nada. Gerardo Morales no tiene corazón, no tiene dignidad, todo es una corrupción entre ellos a dedo”.
En cuanto a los puestos de salud, la mujer fue contundente: “La salita más cercana está en las 249 viviendas, nos conviene ir al hospital en el centro. Cuando vamos no hay respuesta, no hay personal. Colapsan a los médicos y les pagan dos pesos”.
Los niveles de pobreza siguen aumentando en Jujuy, son varios los dirigentes sociales que dan cuenta que la gente es cada vez más pobre y los barrios aledaños al centro no son la excepción, según la mujer, la gente va con lo justo y dice que es “indigno vivir así”.
Al ser consultada sobre la venta de estupefacientes, comentó que el barrio es la “ruta de la droga”. “Ver a adolescentes que pasan como entes, están golpeando puertas, es lamentable. Se vende, lo sabemos y nadie ve nada. No hay ni un polideportivo para contención de los chicos. Siento que ninguno de los ministerios cumple el papel que tiene que hacer en ningún sentido”.
“Tengo mucha bronca e impotencia. Me da bronca y frustración”, sentenció y finalmente, mandó un mensaje a los funcionarios: “somos un barrio abandonado, no nos digan de la paz social, cuando Morales es el único violento que violenta al pueblo con toda la desidia, se pasea por todos lados queriendo ser presidente cuando no puede ni manejar una provincia”.
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