- La disponibilidad del avión sanitario provincial vuelve a ser cuestionada por los familiares de un paciente trasplantado.
- Mario Condo falleció mientras esperaba la autorización para ser trasladado a la Fundación Favaloro.
- Transcurrieron varios días desde el pedio "urgente", del médico tratante y la respuesta de la Obra Social. Aunque la posibilidad del traslado nunca quedó efectiva.
Jujeño trasplantado falleció esperando el avión sanitario
La historia de Mario Condo, paciente con trasplante cardíaco fallecido el 07/08 mientras esperaba que su obra social tramite el uso del avión sanitario, vuelve a poner dudas sobre la disponibilidad de recursos en casos urgentes.
PAMI- avión sanitario-paciente trasplantado, tres elementos que en simultáneo resultan claves para entender como trascurrieron los últimos días de Mario Condo, quien el próximo octubre esperaba alcanzar nueve años desde la recepción del órgano que prolongó y mejoró su calidad de vida.
A sus 62 años se había ganado con honores el título de superviviente, contando en su historia clínica con la mencionada operación, seguido de un accidente cerebro vascular (2014), neuritis vestibular (2021), Covid-19 para el corriente año y diabetes. Pero sería un cuadro de neumonía, aparentemente una secuela del Coronavirus padecido en enero, el motivo que obligó una nueva visita a la cama de un Hospital capitalino.
Según narra un familiar, los primeros días tras su ingreso (26/06) transcurrieron con esperanzadora normalidad, aún cuando una complicación renal lo reubicó en Terapia Intensiva por aproximadamente siete días. El cuerpo respondía bien, la evolución en ambos cuadros médicos era evidente, pero la estadía se terminaría prolongando tras el hallazgo de un IAM CEST (infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST), un estudio posterior expuso un descenso pronunciado en el nivel de plaquetas.
Desde ese entonces y hasta su fallecimiento la Unidad Coronaria fungiría como alojamiento provisional. Todo julio transcurrió hasta que el médico tratante comprendió tras una última transfusión sin éxito que Condo requería otro tipo de atención, un paciente con tal nivel de comorbilidad requería el traslado urgente a la Fundación Favoloro, lugar donde le fuere practicado casi una década antes el trasplante.
“Volando me fui a hacer los papeles al PAMI, me notificaron sobre todos los documentos que debía presentar. En el pedido médico figuraba la solicitud urgente por un avión sanitario para trasladar al paciente, junto al médico y un acompañante. Presenté todo hasta el viernes (05/08) mi hermano estaba bien. Fui nuevamente a PAMI, me dicen que debían consultar con el CODE (Centro Operativo Derivador). Para cuando me volvieron a contactar yo estaba despidiéndolo”, explicó un familiar directo.
Habían transcurrido tres días desde la última visita a la Obra Social más grande del país; la respuesta favorable no llegó a tiempo, la carta escrita por el propio convaleciente dirigida al directorio tampoco habría llegado a tiempo. Un fin de semana completo transcurrió hasta que la fuerzas de Mario Condo lo abandonaron aquel domingo 07/08.
Una última visita a la secretaría que tan amablemente los había atendido durante la fallida gestión, terminó aportando una nueva cuota de duda e indignación “el avión sanitario depende de la provincia, llamé para preguntar pero no sabían dónde estaba”, les respondió acongojada por la situación. Hasta la fecha la misma reflexión los mantiene en vilo.
SIMILITUDES CON EL CASO ROSE ADRIÁN CARRASCO
En idéntica fecha otra jujeña urgida de un trasplante, en este caso de riñón, tenía cita en Córdoba pero tampoco logró que la aeronave se ponga a disposición de su necesidad médica. Los mismos actores se repiten Obra Social-Ministerio de Salud, un cúmulo de burocracia donde la responsabilidad final parece difusa.
Se comunicó con el ministro de Salud de la provincia, quien dejó a una médica de apellido Dipietro a cargo de Rose. Miguel Mamaní, Secretario General del Centro de Empleados de Comercio, puso a su disposición a Mary, que casi se convirtió en su asistente y la acompañó a Casa de Gobierno a solicitar el uso del avión sanitario provincial.
Allí, alguien le informó que tenía que concurrir a la oficina gubernamental en calle San Martín entre calles Otero y Sarmiento; en ese lugar, otra empleada le dijo que tenía que pagar “ya” 4.000 dólares para usar el avión.
Más tarde, Mariana, de CUCAIJUY, la llamó para decirle que se había cancelado su viaje y operación porque otra persona había sido convocada y llegó a la cita.