El año que culmina será recordado con más penurias que éxitos para el emblema de Palpalá, tambaleante al borde del knock out una vez más, despidiendo con cruel ironía el 2019, pues en noviembre la producción de acero alcanzó cifras record.
Con el aguinaldo pago y los sueldos al día (aunque el monto este atrasado), el problema que más aqueja a los trabajadores hoy surge puertas afuera: hace 8 días que se encuentran desprovistos de energía eléctrica, teniendo que sacrificarse por el bien del vecino, como describió una fuente cercana a nuestro medio.
El daño colateral es extremo considerando todos los desbarates económicos a los que fue sometido Zapla más los compromisos financieros de la última etapa del año.
Julio Mamaní trabajador del área de mantenimiento y actualmente concejal por el FIT describió la situación como una suerte de éxodo obligatorio para muchos de sus compañeros.
“La situación es cada vez más difícil, los largaron de licencia desde el lunes a todo tren fino y acería, quedaron los de mantenimiento que se van a continuación hasta el 6 de enero. Es una licencia forzada donde los damnificados siempre son los trabajadores”.
De todas formas el edil palpaleño no quiso dejar pasar la crítica hacia los directivos de la fábrica por la falta de inversiones, en una empresa que cada vez tiene menos recursos humanos-técnicos pero un gran compromiso de los trabajadores.
“Faltan palanquillas, la acería no podía laminar porque la planta de oxígeno es muy chica. La empresa hace rato que viene con dificultades, si no se corta de raíz se complica. Hay situaciones lamentables con estaciones que no cuentan con equipos de emergencia. Es necesario que el empresario invierta para su propio bien. El mes pasado hicieron record de producción, la buena predisposción del trabajador existe”.
