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Cuatro ejercicios para decirle adiós a la papada

No le temas más a sacarte una selfie desde abajo.

La era de las selfies trajo consigo muchas manías y complejos. Seguramente si sos un experto de las autofotos habrás notado que no a mucha gente le gusta inmortalizarse con la cámara apuntando desde abajo por miedo a que se resalte su papada, aunque esta no sea muy pronunciada.

La papada es una preocupación cada vez más frecuente, agravada por los cambios de peso, problemas hormonales, genética, el paso del tiempo o incluso la adicción al celular. Pero no desesperes porque no es necesario recorrer a la cirugía para combatir este complejo estético.

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De hecho, muchas celebridades se han enfrentado a este problema, como la cantante Rihanna, la actriz Lindsay Lohan, la modelo Cara Delevingne y hasta el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Lo primero que debés hacer es empezar a prevenirla en el caso de que aún no haya empezado a notarse con algunos cambios en los hábitos.

Una de las principales razones por las que se empieza a notar la papada en la actualidad es el uso de smartphones. Como el cuello se inclina casi por completo al mirar hacia la pantalla se presiona la columna y el cuello. Éste último se llena de grasas y toxinas para sostener ese peso extra para el que no está preparado y esto aumenta el volumen.

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Es por eso que lo mejor es levantar el teléfono celular a la altura de la cara y mirarlo de frente, al igual que el monitor de la computadora en el trabajo.

Asimismo, existen cuatro ejercicios para realizar a diario muy útiles para decirle adiós a la grasa que se acumula en la parte frontal del cuello:

- Levantá la barbilla y colocá tu mano debajo de los músculos de la mandíbula. Estira hacia delante y hacia arriba. Mantené el estiramiento por 10 segundos y luego relajá otros 10. Repetí el movimiento una decena de veces.

Abrí la boca al máximo y mové la mandíbula inferior alternativamente hacia dentro y hacia fuera. Repetí el movimiento una docena de veces.

- Hacé trompita como simulando un beso mientras mirás hacia arriba y manenté esa postura por 10 segundos. Tras lo cual, relajá otros 10 y repetí el movimiento varias veces.

Girá la cabeza hacia un lado y estirá la mandíbula hacia adelante y regresá a la postura inicial. Hacé lo mismo hacia la otra dirección. Repetí diez veces en cada lado.

 

Fuente: Tn.

 

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