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"Le conté cómo fue el proceso que permitió que recibiera un riñón, luego de 15 años de diálisis, cifra exacta que la tengo muy bien contabilizada, porque lo anotaba todo día por día. Porque día a día esperaba que llegara ese momento, ese llamado. Para quienes esperamos un trasplante es muy dura la vida, es una nueva posibilidad de vivir, se nace de nuevo. Trasplantar un órgano supone salvar una vida, es conseguir que una persona continúe sumando días. Pero la lucha no termina tras recibir el alta médica, sino que continúa durante el resto de nuestras vidas. En ese momento hacia las cosas típicas de una persona, trabajaba, pasaba tiempo con amigos y disfrutaba de la vida. Pero un día empecé a notar que orinaba menos, los riñones me habían empezado a fallar. Recuerdo que me se sentía agotada y que pasaba mucho tiempo en el hospital. A veces no orinaba nada durante el día, sabía que algo no andaba bien. Finalmente empecé un tratamiento de diálisis renal porque mis riñones no estaban funcionando con normalidad. Como había tenido problemas del corazón por tantos años, los médicos me dijeron que no estaba en condiciones de recibir un trasplante de riñón, empezaban los obstáculos. La diálisis fue muy difícil para mí. Al principio era como un trabajo de tiempo completo, porque había que sacar el líquido del cuerpo y volverlo a administrar cada cuatro a seis horas, era difícil tener una vida normal. A pesar de mis temores, el entusiasmo por la posibilidad de un futuro saludable pesó más. La experiencia fue sencilla y fácil. El hospital quería asegurarse de que yo comprendiera todo lo que iba a suceder con el trasplante y en la etapa posterior. Yo estaba más entusiasmada ante la posibilidad de una cura que asustada de la operación, creo que es realmente importante tener una actitud positiva. A pesar de todo esto, nunca creí que no iba a sobrevivir. Cada problema se convierte simplemente en otro obstáculo que hay que superar hasta que las cosas mejoren. Los profesionales se hacen parte de tu familia. Quince años en hemodiálisis significa prácticamente abandonar la familia, no ver crecer a tus hijos, cargarlos cuando son niños, en fin, es una situación muy dura para todos, a mí me paralizó la vida". Testimonio