Asimismo, dijo que la recomposición “que dio el gobierno en el primer semestre llegó al 53,3%. Si uno lo compara con el índice inflacionario, la inflación que se anunciará el viernes, estaremos hasta un 17% por debajo de ese ritmo. Esto es pérdida del poder adquisitivo, que es constante. No hubo año en estos 8 años de gestión de Morales donde los trabajadores podamos empatarle. Nuestro sector, recién el año pasado, luego de 7 años de pérdida constante, producto de mucho esfuerzo, pudimos igualar la inflación en un sector del escalafón y superarla en un sector minoritario”.
Trabajadores aseguran que el ofrecimiento salarial "es el peor que hicieron en 8 años"
También consideró que el gobierno de Jujuy “ajustó a la baja el salario de los trabajadores estatales como ninguno en la historia de nuestra provincia. Hoy la masa salarial, en los gastos comunes del Ejecutivo, no supera el 50%, cuando históricamente los salarios estatales significaban el 75% de gastos mensuales de la provincia. Esto habla a las claras de un ajuste tremendo a la baja de los salarios estatales, que lo venimos padeciendo los trabajadores cuando todos los meses, habiendo cumplido con nuestras obligaciones, tenemos que apelar a la tarjeta de crédito para poder subsistir hasta el último día del mes. Esta es la realidad de la mayoría de los trabajadores estatales y los profesionales no estamos exentos”.
En cuanto al ofrecimiento de recomposición del gobierno, Fernández dijo que “la propuesta del Ejecutivo fue sin ningún lugar a dudas la peor que tuvimos en estos ocho años de gestión. Es una provocación a cada trabajador, una propuesta insólita, descabellada para el momento que estamos viviendo, que la verdad hace dudar cuál es el pensamiento de los funcionarios provinciales. Plantear hoy a un trabajador que supera por muy poco la canasta básica total un congelamiento de su salario por cinco meses y darle una suma fija en dos tramos remunerativos no bonificables, por lo que con los descuentos por ley esa suma será menor a la que se plantea, solamente para quienes cobran menos de $300.000, es una aberración que no resiste ni el menor análisis. Es una provocación al trabajador que está viendo cómo y de qué manera puede llegar a fin de mes en el contexto de una inflación descontrolada y una devaluación permanente de la moneda nacional. Es descabellado pensar que cualquier trabajador puede aceptar pasivamente este ofrecimiento salarial que es el peor que tuvimos en ocho años de gestión”.