La situación del Radicalismo, en particular en Jujuy, evidencia una profunda crisis de liderazgo, producto de una falta de dirigentes formados, idóneos y comprometidos con el bienestar de la provincia.
Sr. Jubert, la libertad avanza es producto de la trágica alianza Morales-Rivarola
Es realmente lamentable que, en un momento clave para nuestra provincia, sigan prevaleciendo declaraciones incoherentes y de una chatura que solo reflejan el decadente perfil de nuestra dirigencia política.
El señor Jubert, presidente del bloque de Diputados del Radicalismo, en lugar de ofrecer propuestas claras, simplemente denuncia alianzas en la Libertad Avanza que, son producto de una realidad que ellos mismos han contribuido a construir. Habla de “fellneristas” y “kirchneristas” como si fueran enemigos irreparables, cuando en realidad, en muchos casos, estos sectores son herederos de decisiones anteriores, algunos incluso relacionados con figuras que hoy han quedado en el pasado, pero que todavía mantienen influencia en la política jujeña.
Pero lo que más preocupa es la falta de memoria o, quizás, la omisión de Jubert respecto a la relación de Gerardo Morales con Rubén Rivarola, un diputado del PJ que ahora se identifica con el “cristinismo” y que, tiene vínculos estrechos con Morales y otros dirigentes del Radicalismo. Ese vínculo, que ha generado daños en la imagen y en la gestión de nuestra provincia, merece ser explayado y explicado a la ciudadanía, porque esas alianzas contranatura han afectado las posibilidades de crecimiento y fortalecimiento de nuestra democracia.
Jubert debe saber que la unión de intereses económicos, las alianzas estratégicas que esconden intereses particulares, y la manipulación de la labor legislativa mediante aprietes y presiones, han terminado por distorsionar el verdadero espíritu de la política y la función de nuestros representantes. Necesitamos dirigentes que tengan la honestidad de mirar hacia adelante, que prioricen el interés general y que sean capaces de construir un proyecto político en serio, transparente y democrático. La historia de estos vínculos y las decisiones tomadas en su momento no pueden quedar en el olvido, porque ellas han complicado gravemente el futuro de nuestra provincia y de la política.
Lo que debería hacer este señor Jubert, en vez de andar hablando de alianzas y de gestiones que solo confunden, es resolver los gravísimos problemas que atraviesa Jujuy en todos los frentes. La realidad es que ningún servicio funciona correctamente: la luz, el agua, el transporte, el empleo—todo está patas para arriba. y él, en lugar de reconocer esa realidad, habla de un supuesto gobierno responsable que administra bien, cuando la verdad es que lo que gestiona este gobierno son los negocios de su jefe político, que tiene al gobernador Sadir totalmente maniobrado y sometido.
Y no olvidemos que, en estas circunstancias, Sadir fue puesto al frente de la campaña electoral porque es lo único que puede mostrar el Radicalismo ya que el resto es lamentablemente impresentable. La gente en Jujuy está harta, están chapoteando en el barro, sin luz, sin agua, sin colectivos, sin trabajo, y llevan casi una década esperando soluciones que nunca llegan. ¿Y qué más? los vecinos de la capital, por ejemplo, llevan 17 años esperando que les pavimenten una calle. Eso muestra la gravedad del desastre de gestión radical.
Además, la oposición está surgiendo no por capricho, sino como resultado de la mala administración radical, que no rinde cuentas, que ha demostrado ser realmente espantosa. Han fisurado el sistema democrático en Jujuy, con el espectáculo de Morales y Rivarola, que solo han postergado el desarrollo de Jujuy y han hecho que la provincia siga en crisis.
En lugar de echarle la culpa al presidente por los recortes, que expliquen la verdad: la deuda millonaria en dólares que adquirió el fallido candidato presidencial, que ahora todos tenemos que pagar, a costa del sacrificio de la gente de Jujuy, que no tiene nada. La realidad es que acá hay un problema grave, una gestión que ha destruido la esperanza de miles y que ha puesto a la provincia en una situación de emergencia sin respuesta.
Basta de excusas. Los jujeños están cansados de que le sigan tomando el pelo. Es hora de poner la cara, de enfrentar la realidad y de buscar soluciones, antes que dejar que la política siga empeorando la situación de todos.