Denuncian maltratos en el Registro Civil de Libertador

Quiso dar a conocer lo sucedido “para que a nadie más le ocurra”.

“Quise inscribir a uno de mis hijos en una capacitación y necesitaba su acta de nacimiento”.

“Mi hijo de 21 años tiene Síndrome de Down. La intención era que aprendiera un oficio para acceder a algún trabajo, para ganarse la vida, además de ser y sentirse útil, acompañando sus necesidades e intereses. Fui a inscribirlo en la escuela de capacitación laboral y me solicitaron papeles actualizados, su acta de nacimiento. En el Registro Civil de Libertador General San Martín que funciona en el centro cívico había una fila larga de personas. Mi hijo tiene Síndrome de Down, Diabetes, Celiaquía e Hipertensión. Se sentía mal”.

“La gente me aconsejó pedir al guardia de seguridad prioridad para entrar y con él encontré la primera traba. Me dijo que no había prioridad para nadie y tenía órdenes de no dejar pasar a ninguna persona. Le expliqué la situación y me dijo que esperara a un costado. Pasaron 20 minutos y me llevó a la fila del interior, donde había menos gente que en el exterior. Cuando ingresamos, mi hijo se sentía muy mal. Presenté su documento pidiendo los papeles y la directora me dijo que ya no había más actas”.

“Le pedí por favor porque mi hijo se estaba descomponiendo y se negó a hacerme el documento. Le presenté el certificado de discapacidad, además de certificados médicos, y empujó los papeles, me cerró la ventanilla en la cara y mi hijo se desmayó”.

“Sufro trastornos de ansiedad, ataques de pánico, y me puse muy mal al ver a mi hijo así, al ver la falta de empatía de esta persona, que fue tan humillante. Me sentí tan mal que la gente misma comenzó a gritar que emitieran el certificado que necesitaba. Llamaron al servicio médico, llegó una ambulancia, y los médicos nos dieron oxígeno hasta que nos recuperamos un poco. Luego salió una empleada a entregarme el documento y decirme “yo no tengo nada que ver”.

“La persona que me maltrató jamás salió, no abrió la ventanilla, no salió a pedir disculpas ni dar explicaciones. Se trata de la jefa de la institución. La gente nos ayudó y algunos fueron empáticos, llamaron al servicio médico”.