En este abril que, de pronto, se nos presenta luminoso y radiante, queremos recordar a un escritor que es considerado como el Boom latinoamericano de la literatura. Nos referimos a Gabriel García Márquez.
El 17 de abril se cumplió un nuevo aniversario de la desaparición del escritor, periodista, editor y guionista colombiano. Nació en Aracataca, en 1927. Tenía 87 años. Premio Nobel de Literatura y autor de la célebre novela Cien años de soledad. Pertenece la novela al realismo mágico, o como decía Carpentier a “lo real mágico”.
No podemos dejar de mencionar esta novela que recrea con los personajes de la familia Buendía su histórico e imaginario Macondo, toda una saga familiar de ese pueblo basado en su ciudad natal y, al mismo tiempo, en su país y su continente.
La historia de esta novela relata una serie de sucesos insólitos, insospechados, pero ni el narrador ni los personajes se asombran ante estos sucesos. En el universo de la narración, lo maravilloso se comporta como parte de la realidad cotidiana, como algo que no requiere explicación. Lo cierto es que todos los personajes reflejan la diversidad de un país que Gabo creó armado solamente de una máquina de escribir e increíble imaginación. Entre ellos debemos mencionar a José Arcadio Buendía, Rebeca Montiel, la Mamá Grande, Sierva María de todos los Ángeles, Esteban, el ahogado más hermoso del mundo, Graciela Jaraiz de la Vera.
En cada relato de Cien años de soledad, en la historia de cada personaje, cada vez que aparece el sentimiento del amor lo vemos que lucha sin éxito para abrirse paso. Esta fuerza humana vital sucumbe ante el peso de una cultura que, en cierto sentido, condena a los Buendía a vivir cien años de soledad. De allí el título de la obra.
Leer esta novela insume la participación atenta del lector para adentrarse en el espíritu de la misma, y siempre que se la lee algo nuevo se visualiza.
Esta nota solo pretende despertar, una vez más, el deseo de la lectura de la obra del gran narrador que es Gabriel García Márquez: Textos distintos en el enunciado, y al mismo tiempo, ejemplos de creativa enunciación.
A continuación, presentamos un microrrelato en el que se nos demuestra la maestría del narrador.
EL SOLDADO
Un soldado argentino que regresaba de las Islas Malvinas al término de la guerra llamó a su madre por teléfono desde el regimiento de Palermo, de Buenos Aires, y le pidió autorización para llevar a su casa a un compañero mutilado cuya familia vivía en otro lugar. Se trataba –según dijo- de un recluta de diecinueve años que había perdido un brazo y una pierna en la guerra y que además estaba ciego. La madre, feliz del retorno de su hijo con vida, contestó horrorizada que no sería capaz de soportar la visión del mutilado y se negó a aceptarlo en su casa. Entonces el hijo cortó la comunicación y se pegó un tiro: el supuesto compañero era él mismo que se había valido de aquella patraña para averiguar cuál sería el estado de ánimo de su madre al verlo llegar despedazado.
Publicado en “Las Malvinas, un año después”, en Notas de prensa (1980-1984). Buenos Aires, Sudamericana, 1992
Recordamos emocionados al gran narrador que fue Gabriel García Márquez.
Susana Quiroga