Los vecinos de barrio AMPUAP 5, en la zona de Higuerillas, atraviesan una situación de desesperación ante la falta de recolección de residuos en su zona, pese a los reiterados intentos por contactar a la Intendencia. Javier, uno de los residentes, expresó su frustración en por la falta de respuestas y compromiso por parte de las autoridades en Sobremesa (Canal 2).
Vecinos de AMPUAP 5 llevan cuatro meses sin respuestas sobre el cese de la recolección
Luego de múltiples pedidos a la Municipalidad, a principios de agosto el camión recolector los pasó una vez a retirar los residuos. Esa fue la única visita registrada hasta la fecha y a pesar de las consultas permanentes, no han obtenido respuestas desde la intendencia.
Relató como a lo largo de los últimos meses, han intentado en diversas ocasiones comunicarse con funcionarios municipales, sin obtener ningún tipo de respuesta concreta. “No hemos recibido respuesta de ningún nivel, ni del subdirector ni del director de Higiene. Nos han dicho que nos llamarían, que se iban a hacer cargo, pero nunca pasó nada. Pedimos hablar con el secretario, pero nunca nos recibió. Hemos hecho guardia esperándolo y no apareció", expresó el vecino.
Los vecinos enviaron una nota al intendente de la ciudad, solicitando intervención para obtener el único servicio del que carecen, siendo que gracias a la gestión de la Mutual a la que están afiliados, pudieron lograr mejorar la calidad de vida en la zona con obras financiadas de manera colaborativa. Sin embargo, después de varios meses sin avances, el expediente 11289/2024 que había originado los compromisos políticos necesarios para la prestación parece haber quedado cajoneado.
El reclamo de los vecinos se origina en la falta de un servicio adecuado de recolección de residuos en una zona que, aunque lleva más de diez años de existencia. Anteriormente existía un punto verde en la ruta, con un canasto metálico de aproximadamente 4 metros cúbicos para los desechos, insuficiente considerando que de los 220 lotes 80 están habitados. Como era de esperar el lugar se convirtió rápidamente en un foco de contaminación, ya que no solo los vecinos del barrio, sino también de otras zonas cercanas, utilizaban el espacio para tirar su basura.
El pasado julio tanta insistencia pareció lograr una mejoría, el municipio retiró el canasto, colocó carteles que prohibían arrojar residuos en el lugar y hasta promocionó el inicio del servicio a partir del mes siguiente. Finalmente el 09/08 un camión ingresó a la zona y cumplió con su jornada de recolección, para misteriosamente dejar de hacerlo inmediatamente después.
Según Javier la nueva tanda de excusas van desde la falta de transferencia de las calles al municipio hasta la necesidad de completar obras como la construcción de una rotonda o la donación de los espacios verdes. “Nos piden que saquemos un portón de seguridad, lo cual cumplimos, pero aún así el servicio no llega", indicó.
La situación se complica para muchas familias, sobre todo para aquellas con niños pequeños. Javier relató que hay personas que deben cargar las bolsas de residuos en sus vehículos y desplazarse hasta zonas cercanas como Alto La Viña para dejar los desechos, una tarea que se vuelve más difícil para quienes no disponen de automóvil.
“Hay familias con dos o tres hijos que tienen pañales a diario, los restos de comida empiezan a fermentar en las bolsas y no hay manera de guardarlas. La única opción es cargarlas en el auto y salir a buscar un punto de disposición, pero hay quienes no tienen vehículo”.
La frustración es palpable en el barrio, ya que, a pesar de los intentos por comunicarse con autoridades, no hay respuestas. "Nadie se hace cargo. Un director no atiende el teléfono, nadie se responsabiliza", señaló Javier, quien mencionó que la posibilidad de tomar medidas más drásticas como cortar la calle o generar un basurero en la vía pública ha comenzado a sonar como una opción entre algunos vecinos.