Travesía Cultural | Navidad |

Patrimonio compartido de un sentimiento universal

 

“Descanso en la huida a Egipto” por Murillo.

 

Llega Navidad, una de las fechas más importantes del Cristianismo y de los creyentes.

Emociona percibir el significado de celebración que provoca en cada uno.

Algo trascendental sucedió y sigue sucediendo: una Esperanza, un deseo de cobijarnos en una idea, en una quimera. Lucecitas blancas y de colores las iluminan, se posan en balcones y arbolitos, en vidrieras y en corazones. Escuchamos el canto de los villancicos.

Aquí, en Jujuy, aún tenemos la suerte de contemplar los bailes de adoración en los pesebres, los trenzados de cintas que configuran canastas, estrellas, árboles asombrosos. Niños que giran, se arrodillan, cantan y bailan al compás de la música jubilosa. Los instrumentistas obstinados, incansables y entregados a los sones apasionados quieren ofrendar su confianza al Señor, revivir el Nacimiento, la memoria de la tierna tradición.

Y los bombos y sikuris, con algún saxofón y clarinete, acompañan el ritmo. Entonces deseamos danzar también impregnados de inocencia.

Estas expresiones populares se conservan en todo el Noroeste y se trasmiten de generación en generación. Durarán hasta Reyes. Patrimonio colectivo de sentimiento universal compartido que viene desde más allá de los mares. Se inserta en el pueblo, nos nutre, nos alegra, nos une. Nos da fuerzas para tener Fe y luchar por los valores, para combatir la violencia y la corrupción, para hacerles frente con nuestro testimonio de vida que seguramente heredarán nuestros descendientes, porque sabemos que para el Amor no hay fronteras.

Deseamos el bienestar de niños y mujeres, de los débiles, ancianos, enfermos, de todos los hogares. Que no sufran, que se curen las heridas, que tengan consuelo, que puedan seguir mirando la existencia con asombro. Que nuestros brazos artesanos sigan acogiendo al Amor.

Caminemos hacia el reencuentro con actitud gozosa. Navidad, nacimiento de Jesús en Belén, renacimiento de la esperanza, Misterio de un Niño que se hizo Hombre para alegrarnos.

Desde esta Página Literaria nuestro deseo de Paz, Fe y Esperanza. Felicidad a los hombres de buena voluntad. a nuestros colegas, a los lectores.

¡Que renazca la Esperanza!

 

 

 

Susana Quiroga

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