María Paula Mones Ruiz: síndrome poético en fuertes cuadros narrativos
Sebastián Jorgi, nuestro columnista bonaerense nos envía esta acertada mirada sobre la personalidad y obra de la escritora amiga María Paula Mones Ruiz. María Paula, mira la cruda realidad y su palabra reflexiona sobre esos hechos. Además, participa en el hacer cultural de Bs. As. , miembro de la Comisión ejecutiva del Grupo Literario Marta de París.
Son las cinco de la mañana de un día de primavera en Buenos Aires. Hace cuatro meses que busco Poemas para la miopía y otras visiones de María Paula Mones Ruiz. Claro, tan diminuto, no era fácil encontrarlo en tres bibliotecas revueltas, de tanto armarlas y desarmarlas y volverlas a armar. A 10 años de su edición, sabía que lo tenía seguro. Para mi investigación sobre La mujer contadora, me interesaba la última parte del libro: Otras visiones. El libro culmina con dos relatos: La navidad de Antígona y Los otros y yo. En medio de ambos, se transcribe un pensamiento de Borges: “Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos”
Un intertexto que expresa, de alguna manera, que hilvana, un sentimiento, en dos relatos desplegados en prosa fluida y precisa. Cada Navidad, Fernando, viaja al Sur a visitar la tumba de su hijo Daniel, héroe de Malvinas. Lo acompaña, siempre, su hija Isabel. Siempre. La familia la completaban otros dos hijos de Fernando, el anciano padre: Anabella y Juan Cruz. Este último, enfermo de Sida. “Horror y vergüenza para ese padre”, extraemos, “horror, humillación y deshonra eran los sentimientos que atormentaban el alma de ese padre”.
Como podemos apreciar, dos líneas patéticas. El prejuicio de una sociedad, en el fondo, se translucía en ese padre partido por la mitad: un hijo muerto en combate en Malvinas y otro enfermo de Sida. El cuadro familiar resquebrajado, en el que emerge la figura de Anabella, quien le brinda “compañía y amor a su hermano Juan Cruz”, mientras que la otra hermana, Isabel, “solo sabía obedecer y obedecer, siempre obedecer a su padre”
Un vínculo familiar roto. Pensé en autores ingleses como O´ Henry o Chesterton, si se me permite esta asociación, asimilables a la piadosa mirada de María Paula Mones Ruiz, piadosa y caritativa en la vida real, gran poeta, si recalamos en su obra en ese género. No obstante, intento aproximarme a la autora que cuenta, a la narradora fina de La clave, (libro posterior)que se confirma con estos dos relatos.
Los otros y yo es la experiencia familiar de las visitas a Padre en el Hospital Fernández, instancia siempre dolorosa, preocupante, que acaece en el año 2007, dos antes de la edición de Poemas de la miopía y otras visiones, diminuto en la forma, pero mayúsculo en su contenido. Padre internado, entre otros seres, los otros , precisamente, que acompañan la ansiedad subjetiva de la autora por saber cómo estará el familiar hoy, ese sumarse a reír o llorar, instancias límites existenciales. De esto se trata este cuadro diario: “A medida que el tiempo transcurría y esto por suerte ocurrió rápido, en cuanto a intensidad y trascendencia, algo en el aire, algo en las caras, iba acercándonos, como si fuésemos piezas con imán, de un gran rompecabezas para armar la fuerza y de ese modo amarnos”
El que ha tenido parientes en estado de internación (quién no?), crece la incertidumbre de lo que habrá de suceder y vive esa comunión con los compañeros ocasionales, esa vecindad que arma fuerzas, que une, precisamente, a “los otros y yo”. Los amalgama espiritual y físicamente en la instancia dolorosa. Es notable la intromisión psicológica, el poder de observación de la poeta-narradora, que reflexiona el mundo circundante, en momentos dramáticos y en personajes como Anabella en La navidad de Antígona o en ese aporte autobiográfico, de Los otros y yo, para lograr una auto-ficción conmovedora. Con un síndrome poético fuerte.
No podía ser de otra manera, tratándose de una de las poetas más relevantes de la post-generación intermedia en el espectro poético argentino.
María Paula Mones Ruiz. Poeta argentina nacida en Buenos Aires, en 1955. Cursó la carrera de Letras y es Correctora literaria. Ha publicado ¡Piedra. papel o poema!, 2004/ Calle Blanca, 2006/ La clave (nouvelle),2008/ Poemas para la miopía y otras visiones, 2009/ Avepoesía, 2010)/ Solfeos de la piel, 2012/ Jarras de Sequía, 2016 Es Faja de Honor de la SADE, 2011. Recibe junto a otros poetas, distinción del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, por el Aporte Cultural de Literatura en Barrios. En el marco de las III Jornadas de Literatura Argentina, 2012 por la Universidad del Salvador, CABA, se realizó una ponencia sobre su poética. En Universidad Colonia, Alemania, se leyeron poemas de su autoría. Integra varias antologías nacionales e internacionales. Miembro de Jurado Faja de Honor de la SADE, Poesía 2012. Premio Juana Arancibia, Poesía 2015, XVII Simposio Internacional del ILCH. Coordina el Grupo Literario Marta de París. Es miembro de varias instituciones literarias.
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