Acusan que el gobierno busca atacar derechos y condiciones laborales del sector. También denuncian que, con distintas leyes y prácticas, se intenta dividir a los profesionales en “médicos” y “auxiliares".
Malestar generalizado en la salud jujeña.
Nicolás Fernández, de la Asociación de Profesionales Universitarios de la Administración Pública (APUAP), junto a referentes de colegios y consejos de distintas especialidades, se reunieron para expresar bronca contra el gobierno por el decreto 1.285 del Ministerio de Salud, con el que “de manera intempestiva, pretende reglamentar la ley 6.384, pese a numerosos pedidos de ser escuchados para que esa normativa no implique vulneraciones a derechos laborales tanto de profesionales como de técnicos y del escalafón general”.
Mostraron los comprobantes de ocho pedidos de audiencia al Ministro de Salud Gustavo Bouhid, la Comisión de Salud de la Legislatura, presidida por Omar Gutiérrez, y al gobernador Carlos Sadir, que no tuvieron respuestas.
“Los colegios y consejos estamos preocupados por la reglamentación de la ley porque las mismas deben ser progresistas y esta no tiene espíritu de ese tenor, no hay cambios sustanciales. Se reglamentó una ley por decreto, y no estamos de acuerdo porque tendría que haber sido por la Legislatura. Nos pidieron aportes para la ley y no se tuvieron en cuenta”, dijeron otros referentes.
Por su parte, Cristina Fascia, presidente del Consejo Farmacéutico, dijo que lo lamentable “es que no hay mejora del salario de profesionales de salud, que tienen tanta responsabilidad en sus funciones. Los colegios y consejos no tuvieron participación en la reglamentación de la ley, para los farmacéuticos la situación es preocupante porque son pocos en la provincia. Se van porque no les conviene trabajar en la administración pública porque los salarios son dos o tres veces menores que en el sector privado”.
Asimismo, los profesionales protestaron porque la herramienta legal permite al ministro de salud “trasladar a los profesionales, cambiarles el horario de trabajo, con el estilo prepotente de esa cartera. Es una facultad arbitraria del titular. La razón es que el ministro quiere tener otro parche ante el faltante de profesionales que tiene y empezar a cambiarlos a gusto y placer”.
