Gastronómicos jujeños tratan de mantener precios para conservar la clientela

Confiterías y cafeterías jujeñas son un oasis: en medio de la crisis económica no solo mantienen a su clientela fiel, sino que además algunas aumentaron las ventas.
Los precios se actualizan una vez por mes pero tratan de conservarse el mayor tiempo posible para mantener la clientela.

Uno de los últimos aumentos que se produjo en este contexto de inflación nacional fue el del precio de combustibles, que volvió a sorprender a automovilistas no solo de nuestra provincia sino de todo el país. En ese escenario de crisis, las confiterías y cafeterías jujeñas son un oasis y algunas de ellas no solo logran mantener su clientela habitual a fuerza de conservar los precios de la carta, sino que además tienen el privilegio de aumentar sus ingresos.

Es el caso del local ubicado en la esquina de calles Belgrano y Lamadrid; la encargada de cocina del mismo, Sofía cuenta que las mesas son ocupadas mayoritariamente por turistas; los dueños son cubanos y centraron su atención en la clientela extranjera, entra la que se cuentan empresarios de otros países que concurren a merendar o almorzar. También los eligen personas y familias del interior de la provincia.

Todos los días la gente hace filas para entrar y llegan a esperar hasta una hora para sentarse. Los horarios poico son entre las 10:00 y las 11:00, y a la tarde-noche.

Para el extranjero, los precios en el local son baratos y se asombra con la decoración de los platos y los sabores. “Los jefes siempre están atentos a la calidad, el precio y la satisfacción del cliente”. Hay muchos combos, los platos son abundantes, y los clientes se van satisfechos, algunos incluso dejan de lado el almuerzo luego de pasar por el local.

Cada mes los precios de la carta se retocan, pero tratan de mantenerse lo más posible para no perder clientela; a pesar de todo, los parroquianos son fieles y concurren todos los días. “Las ventas subieron en (el local de) Lamadrid y Belgrano”, dijo Sofía.

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