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Referentes de la agricultura familiar denuncian que no hay diálogo con el gobierno provincial

Anastasia García, coordinadora del Instituto de Agricultura Familiar Indígena, señaló que trabajan con el sector más empobrecido del campo, situación que se vive de toda la vida. Son familias que tienen menor acceso a la tierra, capitales, y recursos.

  • En Jujuy, 5 mil personas pertenecen al sector de familias campesinas, que no supera la pequeña escala de producción.
  • La complicación más importante que tienen es el acceso a la tierra, en muchos de los casos son arrendatarios.
  • El Instituto creo un seguro, para las familias que tienen alguna emergencia, y no lo pueden cubrir dentro de su producción.

En un contexto complicado, la coordinadora Anastacia García dijo: "estos son los sectores que más lo sufren, aunque durante la cuarentena fueron un sector favorecido porque se dedican a la producción de alimentos. Se diferencia de la pobreza de los barrios, porque acceden a los alimentos".

En relación a los factores que agravan la situación de vulnerabilidad explicó: "la complicación más importante es el acceso a la tierra, en muchos de los casos son arrendatarios, ocupan tierras que no tienen títulos, y si se dedican a la producción para el mercado, compra paquetes tecnológicos, muy vinculados a los agroquímicos, y deben pagar el arriendo, éste hecho les complica porque no pueden perder nada de lo que producen, a diferencia de aquellos que son propietarios de la tierra".

En otras circunstancias, se ubican quienes son propietarios de la vera de los ríos, lugares a los que el mercado no le ha puesto el ojo hasta el día de hoy, pero tienen todo el tiempo miedo de que aparezca alguien que se interese en las tierras, por un negocio inmobiliario. Esto atento a que la producción ha generado tecnología que permite dar lugar a negocios en esos espacios donde viven familias desde hace 50 años.

Respecto a la cantidad de pequeños productores, y de la agricultura familiar, la coordinadora del Instituto de Agricultura Familiar Indígena, señaló que es un número muy incierto porque hay familias que pueden estar arrendando tierras, y el año que viene, si les fue mal se van como trabajadores golondrinas a las producciones que necesitan mano de obra, en otras provincias.

Agricultura familiar: "corren riesgo de perder sus pequeños espacios"

Y precisó que según el Registro Nacional hay 5 mil personas relevadas en Jujuy, pero hay una parte que seguramente no está reconocida. En cuanto al Censo de población no supera el 8%. A diferencia del empresario que no habita en el campo y vive en la ciudad, hay sectores que si lo habitan, como el campesino.

Acerca del trabajo que se promueve desde el Instituto Anastasia García señaló: "trabajamos con un sector que necesita organizarse, que no supera la pequeña escala, promovemos que la familia se organice en cooperativas, para generar inversiones que les permitan acceder al empaque, para mejorar los precios en sus ventas, lugares de acopio, acceso a una cámara de frío, para que puedan independizarse de los intermediarios".

Además comentó que desde el Instituto se ha creado un seguro, para las familias que tienen alguna emergencia, y no lo pueden cubrir dentro de su producción, de este modo pueden recuperar algo cuando, cuando caen granizos, o hay un viento fuerte. Como también ayudar a gestionar líneas de financiamiento internacional, para todo lo que tiene que ver con el acceso al mercado, que mejoren la comercialización.

Finalmente, señaló que: “no hay ningún diálogo entre los actores que formamos del Gobierno Nacional, y el Gobierno de la Provincia, se habla por cuestiones relacionadas a la sanidad, animal, vegetal, se comparten de mesas de trabajo, por obligación”.

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