Pablo Rodríguez, director del área informó que se ha comprobado que, al menos el 50% de los locales inspeccionado cometía alguna infracción, como el incumplimiento de protocolos de bioseguridad, atención al público con capacidad sobrepasada y, solo un caso, sin la habilitación correspondiente, por lo que se tuvo que labrar actas de infracción y, en un caso, proceder a la clausura preventiva.
“En cada habilitación está expresa la capacidad de personas permitidas dentro del local; dicha capacidad quedó reducida temporalmente a la mitad. Asimismo a las mesas también se les redujo la capacidad, es decir en una mesa de 4 solo podrá haber hasta 2 personas; a su vez las mesas deben respetar un mínimo distanciamiento”, explicó.
Rodríguez aclaró que “ni el protocolo vigente, ni los controles, son medidas contra los empresarios; deben entender que si se han flexibilizado las restricciones impuestas por razones sanitarias, las autoridades solicitan el cumplimiento de la normativa que está para cuidarnos a todos y es lo que permite volver a trabajar, justamente eso es lo que queremos cuidar”.