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Concejo Deliberante capitalino: entre los más caros del país

La ciudad atraviesa un franco deterioro en materia de los servicios que presta a los vecinos.

En primer lugar el mantenimiento de la ciudad es paupérrimo en un contexto en donde desde el gobierno de la provincia hacen marketing turístico sin ningún efecto en materia de seducción de turismo como consecuencia de los argumentos expuestos.

Son dos razones que pueden explicar el por qué de la baja de la temporada: el tipo de cambio hizo que los turistas volaran a Brasil y los déficits en materia de infraestructura que presenta la provincia empujando hacia abajo el despegue es decir se está remando contra la corriente y así es muy difícil.

Ni aun con lo que hay disponible se toman el trabajo de ordenarlo esto complica aún más la situación.

No hay rutas en condiciones, no hay agua en los lugares clave para que llegue algún turista. La parquizacion es horrible, no tiene mantenimiento, suba de tarifas, tasas, estacionamiento regulado al borde de la usura, es decir todo esto que pasa, desincentiva a vecinos y a turistas.

En este plano se conoció ayer que el Concejo Deliberante jujeño es el tercero más caro de la Argentina.

La pregunta es ¿por qué? ya que si comparamos con la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca que tiene 14 concejales le cuesta al estado 246 millones por concejal en Jujuy con 12 concejales el costo es el doble es decir 564 millones de pesos.

Seguramente la respuesta la encontramos en la producción de los que ve reflejada en los niveles de progreso que ofrece la ciudad y en rigor de verdad por lo que vemos la ciudad está en caída libre.

Una ciudad en donde los vecinos están saliendo a reparar lo que las autoridades no hacen marca una tendencia de fin de ciclo o de prescindencia de funcionarios caros e ineficientes.

Ayer el diputado de La libertad Avanza, Manuel Quintar pidió a los funcionarios municipales que dejen de jugar con la plata de los jujeños.

Esto es un claro mensaje al electorado de la ciudad harto de la indiferencia municipal hasta el punto de pedir la eyección de Alto Comedero de la jurisdicción de San Salvador de Jujuy para constituir un nuevo municipio y también ocurre en la localidad de Las Pampitas, en ambos casos por la falta de atención a las demandas urgentes de los vecinos que no son de ahora, sino desde hace meses o años en algunos casos que no se atienden.

De modo que estamos en presencia de una estructura burocrática, de las más caras de Argentina, que ofrece cero gestión y vecinos que pagan impuestos y simultáneamente gastan de sus bolsillos, para arreglar lo que el municipio no resuelve, para lograr una vida cotidiana digna en su barrio.

Ni hablemos del capítulo institucional que en pocas palabras está contribuyendo cada vez más a debilitar la democracia en la ciudad.

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