Murió Tony Todd, la leyenda del cine de terror

Todd nació el 4 de diciembre de 1954 en Washington D.C. y estudió en el Instituto Nacional de Actores de Teatro Eugene O'Neill en Connecticut. A lo largo de su carrera, su presencia imponente, de 1,96 metros de altura, y su voz grave y distintiva lo hicieron destacar en la industria del cine, especialmente en el género de terror.

Su carrera en el cine comenzó en 1986 con Platoon, dirigida por Oliver Stone, donde compartió pantalla con figuras como Willem Dafoe y Johnny Depp. Sin embargo, fue en el cine de terror donde Todd encontraría su lugar. En 1990 participó en Night of the Living Dead (La noche de los muertos vivientes), dirigida por Tom Savini, lo que marcaría el inicio de su carrera en el género.

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Pero fue en 1992 cuando alcanzó la fama internacional al interpretar a Candyman, un espíritu vengativo que reclama justicia tras una muerte trágica. Su interpretación de Daniel Robitaille, un pintor convertido en leyenda urbana, catapultó al actor al estatus de ícono del cine de terror. La película, dirigida por Bernard Rose, se convirtió rápidamente en un clásico del género, y Todd continuó interpretando al personaje en dos secuelas posteriores.

Virginia Madsen, quien coprotagonizó Candyman junto a Todd, expresó su profundo dolor por la partida de su querido compañero de reparto. En un emotivo video publicado en su cuenta de Instagram, Madsen se despidió de Todd, calificándolo como "un gran actor" y "un ángel", agradeciendo a los fanáticos por sus "amables mensajes".

Además de Candyman, Tony Todd dejó su huella en otras importantes películas de terror como The Crow (1994), Wishmaster (1997), Hatchet (2006) y la franquicia Destino Final. En esta última, interpretó al inquietante forense William Bludworth, quien advertía a los protagonistas sobre la cercanía de la muerte.