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Caso único: Una argentina con VIH controló su infección luego de 12 años sin tratamiento

No sólo mantiene una carga viral indetectable, sino que también negativizó sus pruebas de VIH. Aún, no se puede hablar de "cura", porque rastros del virus se mantienen en los reservorios. El caso es único porque presentaba enfermedad avanzada en 1996, cuando fue diagnosticada.

  • Una paciente argentina con HIV logró controlar el virus y genera expectativa en la ciencia internacional.
  • Se trata de una mujer de 56 años que hace doce años no toma el cóctel de medicamentos y su carga viral es indetectable.
  • Es un caso único que fue documentado por una revista especializada.

Un caso único en el mundo que le propone a la ciencia aprender de las excepciones ocurrió en Argentina: una mujer de 56 años, que en 1996 no sólo había recibido su diagnóstico por VIH sino que también ya presentaba enfermedad avanzada (en esa época considerada con criterios de sida), hoy mantiene una carga viral no detectable tras 12 años de no tomar ninguna medicación. Pero no sólo eso: sus exámenes de VIH dan también negativos.

Con todo, no se puede hablar de cura, sino de “remisión virológica prolongada”, porque no se sabe por cuánto tiempo el organismo de la paciente será capaz de controlar la infección por sí solo, ya que se mantienen trazas del virus latentes en los llamados reservorios Lo que asombra es que no se le realizó a la mujer ninguna intervención excepcional, sino que se le administraron los mismos antirretrovirales que a los pacientes de su época. Solo le queda a la ciencia responder “la pregunta del millón”: ¿Por qué?

“Convencimiento, creer que la paciente no era igual a las demás. Eso fue lo que nos llevó a estudiarla”, indicó la médica infectóloga Isabel Cassetti de Helios Salud, quien compartió su sorpresa cuando su colega Analía Urueña, que trabaja en la misma institución y atiende hasta el día de hoy a la mujer, comentó el caso que, que años más tardes, despertó el interés de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH) y fue publicado recientemente en la revista científica Open Forum Infectious Diseases.

Las autoras indican que si bien no está claro de qué forma esta paciente logró controlar el virus, este caso abre la puerta para futuras investigaciones que podrían llevar a encontrar los mecanismos del control del virus y diseñar las estrategias que lleven a una cura definitiva del VIH.

Existen dos antecedentes de pacientes que “seroconvirieron” o negativizaron sus pruebas de VIH- y que mantuvieron cargas virales no detectables por años. El llamado “paciente de Berlín”, Timothy Brown –recientemente fallecido pero no por causas asociadas al virus- y “el paciente de Londres”, Adam Castillejo. Sin embargo ambos recibieron un trasplante alogénico de células madre (para curar una enfermedad hematológica) con células que no expresaban CCR5 (una mutación muy infrecuente que no permite que el virus se replique). Pero en ambos casos se realizó una intervención no sólo orientada a curar una leucemia, sino también el VIH. Distinto fue lo sucedido con la paciente argentina, una excepción que sorprende al mundo.

La historia de “la paciente de Argentina”

“Nuestra paciente fue una de las primeras de Helios y llegó en 1997. Pero el diagnóstico lo había recibido en el Hospital Naval en 1996, cuando fue a consultar por presentar pérdida de peso (wasting síndrome), debilidad en hemicuerpo izquierdo, visión borrosa y fiebre. Ahí le solicitaron un test de VIH por Elisa que fue positivo confirmándose la infección por otra prueba llamada Western Blot. A la vez, la Resonancia Nuclear Magnética de Cerebro mostró lesiones en la sustancia blanca del cerebro. Esas lesiones fueron biopsiadas entonces”, indicó Urueña.

En ese momento, sus defensas estaban muy bajas: tenía un recuento de CD4 de 164 Células/mm (los valores deseables van de 500 a 1500) y tenía una carga viral de 2200 copias/ml, es decir, presentaba enfermedad avanzada, por lo cual inició un tratamiento antirretroviral con tres drogas. Si bien mejoró, volvió a subir su carga viral asociada a la toma irregular de medicación, por lo que un año después en Helios le administraron tres drogas diferentes, que la llevaron a una carga viral no detectable y a aumentar sus CD4.

“Como la paciente presentaba mucha toxicidad por la medicación –leucodistrofia y dislipemia - refería que los medicamentos les caía mal y que por ende, los tomaba mal- acordamos en 2007 realizar una suspensión programada de la medicación y continuó con sus controles médicos periódicos”, indicó Urueña. Pero aclaró que estas suspensiones no se hacen más, porque cuando el tratamiento se suspende, la carga viral sube en sólo 15 días, lo que puede causar deterioro clínico al bajar las defensas. Además está demostrado que el tratamiento antirretroviral (TAR) disminuye la transmisión del VIH por lo tanto, sostener la carga viral indetectable con los medicamentos (hoy más tolerables y con menos tomas) no sólo es clave para la persona infectada, sino para prevenir la transmisión en la comunidad.

Las médicas se sorprendieron que los controles periódicos mostraran que la carga viral permanecía indetectable y sus CD4 estables. “Primero la analizábamos una vez al mes, después cada tres, cuatro y seis meses, con los mismos resultados”, indicó Urueña.

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FUENTE: Ámbito

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