Si nos centramos en buscar baches en la ciudad, no va a resultar tarea difícil. En este primer repaso nos abocamos a describir algunos de ellos.
Nos ubicamos en la Avenida Incas, en el Barrio San Martín. El pavimento se encuentra dentro de todo en buen estado pero, curiosamente, aparece una calle sin pavimentar. En ese lugar, a media cuadra, se encuentra la mole de una clínica privada, vinculada a la familia del actual intendente Rivarola. ¿Por qué dejaron sin pavimentar solamente esa cuadra? Nadie lo sabe. Lo que sí es evidente es el estado deplorable de la calle, donde los vehículos deben hacer peripecias y maniobras para no dañar el tren delantero.
Seguimos viaje y vamos hacia la Avenida San Martín, en el Barrio Belgrano o comúnmente llamado Centro Comercial. Una arteria de doble mano, donde circulan líneas de colectivos, taxis y muchos vehículos particulares. En este lugar hay un enorme bache que, según los vecinos, está hace años. ¿Ningún funcionario lo vio? Resulta extraño porque a media cuadra del lugar se encuentra el Concejo Deliberante.
Nos alejamos solo un poco y llegamos a la Calle Colón. Bienvenidos a una experiencia similar a una montaña rusa. Oscilaciones, movimientos como el samba de un parque de diversiones en pleno Palpalá. El adoquinado de esta calle es añejo, sufrió modificaciones pero ninguna gestión tuvo la iniciativa de cambiarlo para mejor la el paso por ese lugar.
Los vecinos de los distintos barrios expresaron emociones contradictorias, entre indignados y resignados. Algunos hablan que no se realizaron obras hace, por lo menos, veinte años. Lo cierto es que la calidad de vida de una ciudad también se refleja en las obras públicas que se destinan para ello. Pero parece que en Palpalá las gestiones se olvidaron de eso.