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El mejor regalo, abrazos dados y recibidos


EL MEJOR REGALO,

ABRAZOS DADOS Y RECIBIDOS

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Abrazos, por Oswaldo Guayasamín.

Tiempo de Navidad. Misterio de Jesús- hombre, Jesús- revolución. Jesús - fuego.

Y pensamos en esta pasión y en cuál fue el mejor regalo recibido en esta Navidad.

Y vienen a nuestra mente los abrazos dados y recibidos. Y como decía Eduardo Galeano:

“… No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores…”

Así es, tampoco hay dos abrazos iguales, unos más intensos, otros como pompas de colores que nos iluminan, vuelan y desaparecen, pero dejan la sensación de placidez y armonía.

La NOCHE BUENA encendió en nosotros el deseo de abrazar a los que amamos, a los que deseamos hermosa vida. Y lo hicimos, y el alma se nos llenó de fraternal fragancia: madre, hijos, nietos, amigos, palabras que llegaron por los cables, por el aire, por los recuerdos. Y entonces en el corazón vibraron chispas ardientes, algunas chiquitas con manitos de niños, otras tibias, sabias, también apasionadas.

Y la NAVIDAD convirtió los besos, las sonrisas, el sol de la mañana, la lluvia de la tarde en abrazos que alegran el corazón. Valoramos esta actitud de lanzarnos con espontaneidad al otro, o que el otro se anide con simpleza en nosotros.

Y nos decimos: Que los abrazos nunca desaparezcan porque con ellos tendremos un mundo mejor!



¡Gracias, Navidad!

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