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Desafíos y resiliencia, conclusiones del 2023 en Argentina

Al cerrar el telón de un año complejo y notablemente movido, Argentina se enfrenta a una serie de desafíos que han dejado una marcada impronta en diversos sectores. Para empresarios, emprendedores y administradores de campos, el 2023 ha sido testigo de una danza constante con la inflación, la escasez de insumos y la volatilidad del tipo de cambio. En este contexto de incertidumbre económica, es esencial reflexionar sobre el desempeño de sectores clave que conforman el tejido económico del país.

La industria

Mirando hacia atrás, más industrias se propone analizar cómo se desenvolvieron estos sectores a lo largo del año que concluye. La inflación, persistente y desafiante, ha sido una fuerza omnipresente que ha impactado no solo en los balances financieros de las empresas, sino también en la capacidad de planificación y proyección a futuro. La falta de insumos, por otro lado, ha planteado desafíos operativos significativos, obligando a una reevaluación constante de las cadenas de suministro y la toma de decisiones ágiles.

La volatilidad del tipo de cambio, un elemento ya conocido pero no menos impactante, ha añadido una capa adicional de complejidad para aquellos que operan en los mercados internacionales. La incertidumbre sobre la estabilidad de la moneda ha requerido estrategias cautelosas para mitigar riesgos y mantener la competitividad en un entorno global cada vez más desafiante.

En este panorama, es imperativo que el país reflexione sobre las lecciones aprendidas y las oportunidades identificadas en medio de las adversidades. ¿Cómo pueden las empresas adaptarse y fortalecerse ante la inflación persistente? ¿Qué medidas pueden tomarse para gestionar de manera más efectiva la escasez de insumos y construir resiliencia operativa? ¿Cómo pueden los líderes empresariales enfrentar la volatilidad del tipo de cambio y aprovechar oportunidades en mercados internacionales?

En las próximas entregas, exploraremos en detalle estos desafíos y buscaremos perspectivas que inspiren innovación y resiliencia en el tejido empresarial argentino. En tiempos de cambio constante, la capacidad de adaptación y la búsqueda de soluciones creativas se convierten en elementos clave para el progreso y el crecimiento sostenible.

Construcción

El sector de la construcción en Argentina enfrenta una serie de desafíos considerables, como lo confirma el informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). La actividad en este ámbito ha experimentado una caída sostenida desde abril, marcando una tendencia negativa que se traduce en una disminución del 0,1 % en septiembre en comparación con el mes anterior y un 4,5 % en relación al mismo mes del año pasado. Estos números revelan una situación delicada que demanda una evaluación detallada y estrategias efectivas.

El salto cambiario de agosto añadió una capa adicional de complejidad al escenario, con precios de insumos que se dispararon más del 20 % y una agravación en la escasez de importados. El costo promedio en dólares por metro cuadrado, en los últimos tres años hasta agosto, se redujo en un 22 %, ubicándose en 645 dólares, una cifra significativamente menor que en el periodo anterior.

El presidente de la Delegación Bahía Blanca de la Cámara Argentina de la Construcción, Diego Moguiliansky, destaca la dificultad actual para fijar precios en un entorno de alta inflación. Esta incertidumbre se refleja tanto en la inversión privada como en la decisión de los inversionistas, quienes, ante las variaciones económicas, adoptan una postura de espera. Este compás de espera se traduce en un escenario donde fijar el rumbo se vuelve desafiante.

A pesar de este panorama, en la segunda mitad del año, los rubros de empleo formal y mano de obra han logrado mantenerse, según datos del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric). El empleo formal creció un 0,9 % mensual en agosto, después de una disminución en junio y julio. Esta resistencia en el empleo formal indica una tenacidad por parte de la industria, impulsada quizás por la persistente voluntad de apostar al trabajo.

Sin embargo, la realidad es que muchas empresas están consumiendo su capital de trabajo, lo que amenaza con frenar o ralentizar varias obras en todo el país. La incertidumbre se cierne como una sombra, pero, como destaca Moguiliansky, Argentina posee un potencial significativo y muchas oportunidades. La clave radica en que quienes lideran el país estén a la altura de este potencial, adoptando políticas que estimulen el crecimiento del sector y, por ende, de la economía en su conjunto. La incertidumbre puede ser un desafío, pero también un llamado a la acción para aprovechar las oportunidades que yacen en el porvenir.

Turismo

Los primeros nueve meses del año han marcado un resurgir notable en el sector turístico argentino, según los datos presentados por el Ministerio de Turismo de la Nación. Con la entrada de 5,3 millones de turistas no residentes, que gastaron cerca de 3.710 millones de dólares, Argentina lidera la región como el país que más turistas extranjeros ha recibido en este periodo. Septiembre destacó especialmente, siendo el sexto mes consecutivo en el que la llegada de turistas internacionales superó a la cantidad de argentinos que viajaron al exterior.

El tipo de cambio favorable ha sido un catalizador crucial para este fenómeno, atrayendo a visitantes internacionales y generando un impacto positivo en el desarrollo del sector, especialmente a partir de abril, cuando la cotización del dólar libre experimentó un salto significativo.

Los números revelan un retorno a cifras similares a las de 2019, antes del inicio de la pandemia, con varios meses rompiendo máximos históricos. La temporada de invierno, en particular, se destacó con un número récord de turistas, alcanzando los 5,5 millones de visitantes, un 6,7 % más que el año pasado. El gasto total durante esta temporada superó los 410.633 millones de pesos, marcando un aumento significativo en comparación con el año anterior a precios constantes.

El impacto positivo del programa Previaje, lanzado en 2020 para mitigar los efectos de la pandemia, se ha extendido más allá de las expectativas iniciales. No solo logró sostener la industria durante tiempos difíciles, sino que también ha demostrado ser un factor clave en la ruptura de la estacionalidad, contribuyendo a la reactivación del turismo postpandemia.

El reciente fin de semana largo de octubre ha dejado un hito significativo, con 1.518.090 turistas viajando, un 15 % más que el año pasado y un impresionante 43 % más que en 2019. Este éxito se traduce en plena ocupación en los principales destinos del país, destacando la resiliencia del sector y la continua atracción de Argentina como un destino turístico vibrante.

En un momento donde la industria turística enfrenta desafíos globales, el desempeño positivo en Argentina sugiere que, mediante estrategias adecuadas y adaptabilidad, el turismo puede ser un motor clave para el crecimiento económico y la generación de oportunidades. La resiliencia exhibida hasta ahora deja entrever un horizonte prometedor para el turismo argentino en el panorama postpandemia.

Campo

El sector agropecuario argentino ha enfrentado una prueba de resistencia durante los últimos meses, marcado por la persistente sequía que se inició en 2022 y se prolongó en los primeros compases de 2023, agravada por el fenómeno climático de La Niña durante tres años consecutivos. Los estragos en los cultivos, especialmente en la región central del país, han dejado una huella significativa en la actividad agropecuaria.

Las cifras oficiales reflejan una caída del 27,1 % interanual en la actividad agropecuaria en agosto, equivalente al 3 % del Producto Bruto Interno (PBI) y con un impacto extendido en otras esferas económicas. Las pérdidas se estiman en torno a los 25.000 millones de dólares, resaltando la magnitud de los desafíos a los que se enfrenta este sector vital de la economía argentina.

La producción de soja para la campaña 2022/23 experimentó una caída drástica, alcanzando los 20 millones de toneladas, un 54,3 % menos que la campaña anterior y la peor performance desde 1999, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario. El trigo y el maíz también se vieron afectados, con una cosecha estimada en 11,5 millones de toneladas (48 % menos que la campaña anterior) y 36 millones de toneladas (39 % menos que la campaña anterior), respectivamente.

El impacto se extendió a la ganadería, donde la producción sufrió debido a insumos dolarizados, un comercio pesificado a la venta y la inflación en aumento. La faena de cabezas de ganado cayó un 16 % hasta agosto, y se registraron disminuciones en los porcentajes de preñez y destete, así como mortandad de hacienda. Este escenario prevé una merma en la producción de terneros a destetar en el otoño de 2024.

El Grupo Cencerro destaca la complejidad de esta campaña, con rendimientos muy por debajo de años anteriores, cambios en los precios proyectados y una baja significativa en los precios del ternero en dólares, llegando al nivel más bajo en la última década. En diversas zonas de Córdoba y Santa Fe, muchas empresas agropecuarias han registrado pérdidas en esta unidad de negocio.

En el contexto de estos desafíos, es imperativo que el sector agropecuario y las autoridades pertinentes colaboren en el diseño de estrategias que fomenten la resiliencia, la sostenibilidad y la capacidad de adaptación frente a eventos climáticos adversos. La diversificación y la adopción de prácticas agrícolas y ganaderas más resistentes son clave para enfrentar la incertidumbre climática y construir un sector agropecuario más robusto y sostenible a largo plazo.

Comercio

El panorama comercial argentino en los primeros nueve meses de 2023 ha estado marcado por una serie de desafíos que han dejado una huella significativa en las cifras de exportación e importación. Según el informe del Centro de Economía Internacional, las exportaciones totalizaron 51.196 millones de dólares, experimentando una contracción interanual del 23,9 %. Esta disminución se atribuye a una caída del 16,0 % en las cantidades y del 9,4 % en los precios.

Las importaciones, por su parte, alcanzaron los 58.156 millones de dólares, mostrando una disminución del 10,1 % en términos interanuales. Este descenso se debe a una caída del 6,5 % en los precios y del 3,8 % en las cantidades, principalmente influenciado por precios más bajos y menores cantidades importadas en la categoría de Combustibles y lubricantes.

El saldo comercial, que en los primeros nueve meses de 2022 había registrado un superávit de 2.579 millones de dólares, se tornó deficitario en 6.960 millones de dólares en el mismo periodo de 2023.

Brasil, China y Estados Unidos se destacan como los tres principales socios comerciales de Argentina, representando conjuntamente el 33,2 % de las exportaciones y el 55,4 % de las importaciones. En contraste, la Unión Europea contribuyó con el 10,4 % de las exportaciones y el 14,1 % de las importaciones.

Las exportaciones experimentaron caídas notables en productos como trigo, harina y pellets de soja, maíz, aceite de soja en bruto y biodiésel, mientras que se observaron incrementos destacados en vehículos para transporte de mercancías, aceite de soja excluido en bruto, vehículos para transporte de personas y cilindrada ≤ 1.000 cm3, gas natural en estado gaseoso y carbonato de litio.

El año 2023 ha sido un periodo de desafíos para los empresarios argentinos, quienes han demostrado resiliencia y capacidad de adaptación en medio de un entorno económico desafiante. Las lecciones aprendidas y las estrategias implementadas en este año complejo pueden servir como guía valiosa para enfrentar los desafíos futuros y aprovechar las oportunidades emergentes en el escenario comercial internacional.

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