Fernando murió producto de una golpiza propiciada por diez jóvenes de entre 19 y 20 años, al principio esa fue la primera hipótesis . Todos quedaron detenidos y sólo 8 de ellos imputados como co-autores del homicidio. Guarini y Milanesi se encuentran en libertad, aunque continúan siendo investigados por la justicia y la defensa de la familia de la víctima exige que sean imputados como partícipes necesarios. En tanto que este martes Pertossi y Comelli cumplen años tras las rejas, separados de sus amigos, familiares y en el penal de Dolores.
Los jóvenes se encuentran alejados de la población carcelaria y entre sus petitorios al juez, el principal es el arresto domiciliario. Temen por sus vidas, por su integridad física, el acoso de los presos y las constantes amenazas son también la preocupación de su abogado defensor Hugo Tomei, quién apuntará contra la fiscal e intentará desestimar algunas de las ruedas de reconocimiento.
Fernando Burlando tiene en sus manos otro caso; videos, mensajes y audios de whatsapp, testigos, un joven asesinado y unos padres destruidos por la muerte de su único hijo. La situación es asimétrica, la presa y la ciudadanía piden justicia, quieren que caiga sobre los imputados el mayor peso de la Ley.
El juicio será rápido y la sentencia sentará precedente en uno de los casos más mediáticos y violentos que vivió el país. Mientras tanto, los acusados- quienes no declararon ni aceptaron el crimen- pasan sus días tras las rejas, aislados de todo y en grupo.