Travesía Cultural |

Abuelo Faustino (Nugae)

La Memoria en la palabra de Yolanda Beguier nos trae la imagen de los inmigrantes, en este caso del abuelo, como antes, la de su abuela Ermelinda.

Gracias, Yolanda por el recuerdo.

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ABUELO FAUSTINO (Nugae)



Nunca hablamos, hasta ahora, del abuelo Faustino. Nunca supimos mucho de él. Que era gallego (¿de Lugo?). Que se vino a la Argentina a los catorce años, corrido por la miseria. Viajó como polizonte; al ser descubierto se convirtió en pinche de cocina so pena de ser arrojado por la borda del barco que lo trasladaba. Que llegó al puerto de Buenos Aires y allí, unos paisanos lo convencieron de rumbear hacia el NOA, cuyos paisajes le recordaría la tierra natal. Que una vez, siendo aún joven, exhibió su habilidad como torero; metido en un barril, ahuyentó a un toro desbocado en una improvisada corrida de un festejo patronal puneño. Que se amancebó con una gringa jovencita, tan pobre como él, con la que formalizó matrimonio años más tarde, después del nacimiento de sus dos hijos. Que, como propietario de una tropa de carros tiradas por mulas, amasó una modesta fortuna, consumida muy pronto en aras de ambiciones políticas.

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Que su nieta más chica heredó el azul cielo de sus ojos y que el último recuerdo que guarda del abuelo Faustino es la imagen de un hombre viejo y abatido, húmedos los ojos claros, de pie, en el andén de la estación del F.C.G.B. Daba su adiós a la hija y nietas que partían rumbo al sur, en busca de nuevos horizontes.

Yolanda Beguier

Primavera ‘19

Yolanda Beguier firma



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