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Devoción en la Puna: el canto de las Doctrinas y las 'lloronas' de Yavi

Al atardecer del Viernes Santo comienzan a oírse los primeros lamentos; las Doctrinas, que tras caminar kilómetros, llegan desde localidades como Inti Cancha, Suripugio, Yavi Chico. Niñas y señoras que se convocan cada año para entonar la lectura de La Pasión y elevan sus cantos con un profundo lamento que conmueve hasta las lágrimas.

El pueblo de Yavi se encuentra al este de La Quiaca (16 km.) Es uno de los primeros lugares de la región en que se asienta el español encomendero por ser su ubicación estratégica en el camino del Alto Perú, y por ser el lugar más fértil de la Puna.

Hacia fines del XVII se forma el marquesado del Tojo con sede en Yavi, donde se sucedieron cuatro marqueses, de los cuales el primero, hizo construir la Iglesia de San Francisco en 1695.

Como en aquella época faltaban sacerdotes en los diferentes asentamientos, los misioneros eligieron personas representativas de cada comunidad para continuar la tarea evangelizadora. A estas personas se las llama maestro de doctrina. Para facilitar el aprendizaje de la doctrina cristiana se la musicalizó, los cánticos al ser entonados imitan lamentos.

Cada Viernes Santo: grupos de mujeres bajan de las comunidades indígenas vecinas y recorren las calles del pueblo desde la noche hasta el amanecer, mientras cantan letanías por la muerte de Jesús.

Algunas devotas van tapadas por tules blancos y llevan su largo pelo negro peinado hacia adelante, cubriéndoles la cara. Son las "lloronas de Yavi". Así llaman a esta celebración religiosa muchos folletos turísticos. Sin embargo, hay una distancia insalvable entre esas descripciones y lo que ocurre en verdad.

Yavi sigue siendo el centro religioso más importante de la provincia, el sitio donde está emplazada la Iglesia de San Francisco de fines del siglo XVII, a la que concurren las comunidades pastoras y agricultoras de la zona para celebrar el Viernes Santo.

Entre las 10:30 y 13:30 hs. se prepara una estructura de madera que representa al Monte del Calvario. Participan siete personas y el maestro de ornamentación, es el hijo de un antiguo maestro de doctrina de Yavi Chico. Es este antiguo maestro quien trae todos los años la faja que envuelve al Cristo y también es quien bendice el calvario al finalizar el trabajo.

Se construye una estructura rectangular con tres postes de 5 metros de altura aproximadamente que se apoyan contra la pared izquierda de la nave principal de la iglesia, sobre estos se cruzan con 3 troncos de forma que se atan con 9 sogas. Sobre los postes se prepara un cuadriculado con las canas verdes, sobre ese cuadriculado se van ubicando los gajos de molle, rama por rama, comenzando por los más tupidos. El molle es una planta perenne y tiene un perfume muy especial que impregna todo el ambiente.

Se sigue con las "rosa amarilla" entre el molle y luego se coloca en la mitad superior la cruz y el Cristo articulado (que esta todo el año en la sacristía), también se coloca la faja que trajo el maestro de el Portillo (Yavi Chico). Luego se acerca una mesa de madera vestida con un mantel blanco con puntillas y se colocan las imágenes de María Magdalena y San Juan.

Las doctrinas van llegando cerca de las 16 hs. Llegan a la iglesia cantando, y ya dentro van alternando con rezos independientemente de otras doctrinas que van llegando y cantando también. Los/as maestro/as de doctrinas, en su mayoría hombres, se ubican adelante de la Doctrina pero está pendiente de todos los integrantes, que en su mayoría son mujeres.

Comienza el itinerario: La doctrina entra en la iglesia cantando, van bajando el volumen porque allí hay otra doctrina rezando y cantando, esta se ubica detrás para comenzar el circuito del rezo, se superponen. La textura de los cantos se transforma. Las voces femeninas son predominantemente agudas, con colocación en falsete y marcados portamentos. Parecen voces de niñas pero son señoras.

Una vez congregadas todas las doctrinas en la iglesia comienza la primera procesión, se recorren algunas calles del pueblo y se hacen paradas en sitios que en los que se han preparado altares decorados con molle y flores y se reza.

Encabezan la procesión cuatro hombres que llevan el Santo Sepulcro envuelto en tules blancos y decorado con flores rosas y amarillas, justo detrás vienen las cuatro promesantes trayendo la virgen en andas. Las promesantes llevan vestidos blancos y su cara está cubierta con un velo de tul blanco también, son las llamadas "lloronas". Le siguen las doctrinas que se forman en torno al maestro/a que es quien da el comienzo del canto, así se suman el resto de los participantes. Las voces femeninas son las más potentes, son voces muy agudas que van y vienen del falsete y producen marcados portamentos.

Van avanzando lentamente llevan en la mano, aunque no todos los participantes, farolitos hechos con papel barrilete de colores fuertes y una vela.

Luego del recorrido regresan a la iglesia siguen cantando y rezando y luego salen al patio de la iglesia algunos vuelven a descansar, las procesiones se repiten a lo largo de la noche tres veces con intervalos de dos o tres horas.

Antes de la última procesión se desarma el Monte del calvario y se reparten las flores bendecidas y el molle a los/as maestros/as. Con estas flores luego preparan un té.

Tras la tercera procesión y antes de ir a la cruz de la entrada de Yavi, se designa el orden de las despedidas. Se reúnen los/as maestro/as de cada doctrina y se disputan el orden.

Una vez allí ubican la cruz envuelta en el lienzo blanco en una cruz de madera, allí se sigue cantando y doctrina por doctrina arrodillados rezan y besan la cruz.

Amanecidos regresan a la iglesia en donde cada doctrina reza, todos arrodillados en el altar ubicado en la nave derecha de la iglesia, para terminar la despedida cantando caminando hacia atrás, sin dar la espalda al altar, así el culto termina alrededor de las 9 del día siguiente, momento en que los participantes regresan a sus comunidades.


Fuente: Trabajo de grado, "Doctrinas de Yavi" por Florencia López.

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