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En caída libre

Gimnasia y Esgrima de Jujuy perdió 1 a 0 ante Platense en Vicente López. Tarragona le dio la victoria a el Calamar al minuto de la segunda parte. Un debut para el olvido tuvo Marcelo Herrera al frente del equipo jujeño.

Es el mismo…el cambio de entrenador parece no haber causado el efecto esperado en estos muchachos quienes volvieron a dejar una pálida imagen dentro del campo de juego. Gimnasia sumó ayer la tercera derrota de manera consecutiva y de 18 puntos en juego el equipo jujeño solo sumo dos unidades.

En seis días de trabajo Herrera no logró cambiarle el chip a sus muchachos, la intensidad de trabajo en la semana, las correcciones de una y otra oportunidad en los entrenamientos, el cambio de algunas piezas en el armado del equipo e inclusive esas charlas que parecían tan convincentes no generaron ese cambio de imagen tan necesario por estos días.

 El equipo tuvo un aceptable primer tiempo defensivo, la dupla de centrales que debutaba (juntos) se las ingenió para mantener cierto orden y evitar el contacto directo entre Tarragona y Curuchet con De Giorgi. El uno volvió a ser importante en esa primera mitad le saco un penal al ex Atlante (México) luego de que el árbitro Broggi juzgara con intensión la mano de Sánchez en el área. En ese primer tiempo el lobo cedió la pelota e intento de contra, aunque el balón siempre le cayó por la espalda al solitario Bailone. Los extremos no pudieron ser sorpresa y Freire-Sufi no complementaron el futbol que necesito Gimnasia. Callejo afuera por lesión y el panorama no era bueno.

En frente estuvo Platense un equipo sólido, ordenado que intento hacer todo simple uno y dos toques para ceder la pelota, un lateral por derecha que se cansó de salir y casi siempre fue efectivo con sus centros. Sin lastimar demasiado a la visita al calamar le basto esa salida fugaz desde el vestuario en el entretiempo para quedarse con la mínima diferencia del incansable Tarragona y exponer al lobo nuevamente.

Fue un golpe anímico importante que encima se completó con la doble amarrilla y roja de Leo Ferreyra, el lobo demostró nuevamente la falta de carácter para salir de estos momentos, sumada a esa falta de futbol característica del último tiempo. Queda claro que fue una noche particular; penal, derrota, lesión y expulsión cierran a la perfección otra noche para el olvido de estos muchachos.

El descenso asecha y rápidamente el equipo deberá olvidar el pobre debut que le dieron a Popeye; el domingo tendrá una nueva final ante Gimnasia de Mendoza en el estadio 23 de agosto, otra prueba de carácter más que de futbol para el equipo jujeño.

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