Jujuy | Lello vs. Cruz |

La “guerra” que desató la libertad de Fellner

El juez de control y el jefe de los fiscales intercambiaron acusaciones tras el cese de detención que benefició al ex gobernador de Jujuy; teorías conspirativas y un descreimiento generalizado de la sociedad que profundiza la imagen negativa de la justicia.

Eduardo Fellner cambió la agenda en Jujuy desde el pasado miércoles al mediodía, cuando comenzó a correr la especie - que luego sería confirmada - acerca de su detención. 

Poco menos de 46 horas permaneció el ex gobernador de la provincia privado de su libertad en la unidad del servicio penitenciario ubicada en el barrio Alto Comedero, al sur de San Salvador de Jujuy. 

La decisión, polémica, reactivó la disputa entre Cruz y el jefe de los fiscales, el titular del Ministerio Público de la Acusación, Sergio Lello Sánchez, con quien intercambiaron acusaciones públicamente. 

Según Lello Sánchez, la decisión del juez fue “arbitraria e ilegal” y calificó su comportamiento como “un disparate”. 

El cuestionamiento puntual apunta a una supuesta violación del código de procedimiento penal por parte del juez, quien estaba obligado a pedirles opinión a los fiscales sobre el pedido de cese de detención realizado por la defensa de Fellner, para luego decidir sobre la libertad o no del imputado. 

Cruz había avanzado en el paso procesal que señala Lello, es decir, le solicitó a la fiscalía que dictamine sobre el pedido de la defensa, pero mucho antes de que se cumplan los cinco días de plazo que el fiscal que investiga tiene para contestar, decidió resolver de oficio. Así Fellner quedó libre rápidamente. 

¿En qué se basó el juez para tomar la decisión? En un error de los fiscales, reconocido inclusive por el propio ministerio público de la acusación. 

El argumento para semejante actitud fue la omisión de la lectura de las causas de la imputación al acusado, algo que el código de procedimiento exige. 

Sin embargo, el juez había acordado con la defensa obviar ese paso dado el volumen del expediente, cuya lectura hubiera demandado entre tres y cinco horas. 

Los fiscales afirmaron que tal omisión tornaba nula la audiencia, algo que el juez Cruz consideró una torpeza inadmisible. 

El juez fue más allá: interpretó en la actitud de los fiscales una intención ilegítima de dilatar la detención del ex gobernador, ya que al retirarse del recinto no le daban la posibilidad de defenderse de las acusaciones. 

Es a partir de este hecho, inusual, que se generó un nuevo pedido de cese de detención de la defensa de Fellner, por el cual el juez se consideró facultado a resolver su libertad sin esperar el dictamen de la fiscalía, invocando los artículos 21 y 54 (inciso 2) del código de procedimiento penal. 

El primero de los artículos sostiene que la fiscalía no podrá interrumpir su acción acusatoria. Al retirarse de la audiencia el juez interpretó que lo hizo. “Dejaron desierta la acusación”, aseguró el juez. 

Con los fiscales ausentes en su declaración indagatoria, Fellner no recibió preguntas sobre la acusación que pesaba en su contra, la organización de una asociación ilícita junto a Milagro Sala que habría desviado 1.300 millones de pesos. En consecuencia, no pudo defenderse, cuando se supone que quería hacerlo. 

Ante esta situación, Cruz benefició a Fellner con el cese de detención, argumentando que debía garantizar su “derecho a la libertad”, ya que sus acusadores evitaron preguntarle en forma directa sobre las acciones por las que lo acusan y le negaron la posibilidad de refutarlas, con el objetivo, según el juez, de demorar el proceso y que el ex gobernador pasara más días en la cárcel. 

Por ello, el juez trató de “torpes” a los fiscales. En tanto, el jefe de la fiscalía, Lello Sánchez, acusa a Cruz de protagonizar un “disparate” con sus decisiones. 

 

 

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