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Un Hospital de Chubut le cobra a Chile por atender a sus ciudadanos

Se trata de Esquel, una localidad del norte de la provincia patagónica que limita con el país trasandino; tres ciudades chilenas utilizan su hospital público, por lo que, convenio mediante, el país vecino paga alrededor de 5 millones de pesos anuales como retribución.

Buena voluntad y entendimiento. Así se resolvió hace 14 años una situación polémica que involucró a los estados argentino y chileno, en la región sur. 

Según relata una publicación del diario Perfil, tres ciudades del vecino país, Chaitén, Futaleufú y Palena, tenían a la cordillera de los andes como obstáculo geográfico para acceder al hospital chileno más cercano, en la ciudad de Puerto Mont. 

En consecuencia, atenderse en el hospital público de la localidad chubutense de Esquel, en Argentina, les resultaba mucho más conveniente por razones lógicas de distancia. 

Como resultado, una provincia argentina, Chubut, terminaba haciéndose cargo de la atención en salud de tres ciudades chilenas. 

Según la información señalada, el acuerdo se celebró por primera vez en el año 2004 y lo suscribieron Chubut y Chile. 

Mediante una ley, el país trasandino incluyó las atenciones de sus ciudadanos en Esquel como parte su red sanitaria, por lo que no hubo inconveniente para la asignación de presupuesto. 

El nosocomio argentino registra cada atención a los vecinos y le factura los costos al estado chileno, que deposita un promedio de $5.600.000 al año. 

De acuerdo a lo informado, tras el convenio, el hospital mejoró significativamente su equipamiento, adquiriendo un tomógrafo e incorporando profesionales de neurocirugía y gastroenterología que previamente no tenía. 

El caso presenta un modelo que, con matices por la dimensión de las ciudades y la situación geográfica, podría convertirse en una referencia para polémica entre el estado jujeño y Bolivia, cuyos ciudadanos suelen utilizar sin cargo el sistema de salud local, al igual que en todo el territorio argentino.

En los últimos días y tras el debate público, el gobierno boliviano había aceptado abrir negociaciones para suscribir un convenio de reciprocidad entre ambos estados. 

El gobierno jujeño planteó la posibilidad de cobrar un seguro de 30 dólares a quienes no tengan residencia en argentina y crucen la frontera con el fin específico de hacer uso del sistema de salud público. 

 

 

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