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"Es sorprendente la cantidad de defensores que tiene la inflación en nuestro país"

El titular del Central se refirió de esta forma a las críticas que recibió durante los últimos días luego de que decidiera incrementar en 150 puntos básicos la tasa de interés que regula el costo del dinero, llevándola de 24,75 a 26,25%.

El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, defendió la política antiinflacionaria que lleva adelante la entidad monetaria, al señalar -a través de su cuenta en la red social Twitter- que “es sorprendente la cantidad de defensores que tiene la inflación en nuestro país”.

“Es sorprendente la cantidad de defensores que tiene la inflación en nuestro país. Por ello es bueno recordar los beneficios de bajarla”, sostuvo Sturzenegger al retuitear al economista Martín Tetaz.

Tetaz, en su cuenta de Twitter, pegó una nota de su blog bajo el título “12 razones por las cuales la inflación es una tremenda enfermedad”.

Allí, Tetaz sostuvo que “nuestro país tiene 70 años de historia en materia inflacionaria, período en el cual, como es sabido, la moneda perdió 13 ceros. Sin perjuicio de ello, todavía la batalla cultural sobre sus nefastas consecuencias está lejos de haberse ganado y cada tanto aparece alguien sugiriendo que 'un poco de inflación no está tan mal'”.

“En mi opinión la causa principal de la indulgencia radica en que el primer episodio de aumento sistemático y sostenido de los precios en el tiempo se dio entre 1945 y 1952, en un contexto de suba del salario real que creció 23% entre 1944 y 1951. La revisión de los datos históricos confirma que la causa principal fue la presión de los salarios sin correlato con aumentos de productividad y convalidados con una espectacular expansión de la base monetaria que se multiplicó por siete en el ínterin”, agregó el economista.

“De hecho, en el evento más reciente de aceleración de precios que comenzó en el año 2006, los salarios reales tampoco perdieron participación, dando lugar a la justificación de quienes creen que la inflación no es un problema si existen paritarias que indexan los salarios en la práctica”, enfatizó Tetaz.

Entre las doce razones “que explican por qué y que permiten entender la obsesión del Banco Central con este tema”, dijo que “la inflación es un problema porque erosiona el valor de la moneda”, que “sin moneda es más baja la tasa de ahorro”,  “que al haber inflación se atesora en dólares en vez de hacerlo en pesos”, que “por culpa de la inflación tampoco hay crédito” y que “con alta inflación hay menos inversión”, entre otras cuestiones.

Por último, Tetaz advirtió que “la inflación aumenta la corrupción, puesto que es más difícil detectar sobreprecios y coimas cuando nadie sabe cuál es el costo de un kilómetro de asfalto, un mueble de oficina o un contrato de provisión de un servicio” y que “como además el sector público suele pagar a plazo, los proveedores se cubren de la inflación esperada inflando los precios de las licitaciones, de manera que es muy difícil saber si el sobreprecio es por cobertura o por corrupción”.

El martes pasado, el Banco Central decidió incrementar en 150 puntos básicos la tasa de interés, que de esta forma pasó del 24,75% al 26,25%, en una clara señal de que el ente monetario no tiene en mente cejar en su objetivo prioritario de lograr reducir la inflación.

Este incremento en las tasas fue el primero desde el 29 de noviembre pasado y si bien el mercado tenía en mente la posibilidad de que se concrete una suba, los especialistas aventuraban un máximo de 50 puntos básicos, por lo que sorprendió el aumento determinado por Sturzenegger.

Esto movió el costo del dinero, en una clara señal de que el Banco Central no va a aflojar su política monetaria dura a pesar del año electoral y que, por el contrario, redobla la apuesta antiinflacionaria al percibir señales negativas en lo que respecta a la marcha de los precios.

Cabe recordar que la tasa de Política Monetaria -que ahora tiene como referencia el corredor de pases a 7 días- suplantó como valor de referencia a la tasa de Lebac el pasado 1 de enero.

El mismo martes, la primera reacción que se escuchó respecto a esta medida salió desde el seno de la Unión Industrial Argentina.

El ex presidente de la UIA y actual diputado massista, José Ignacio de Mendiguren, dijo que las "medidas de esta naturaleza tienen impacto en el corto y en el largo plazo sobre la economía del país: en el corto plazo, queda claro que la especulación financiera es el único negocio en Argentina y, a largo plazo, esta elevación de la tasa, junto al retraso cambiario y el ingreso irrestricto de capitales, dan como resultado un país carísimo para producir e imposibilidad de financiación para las pymes y las industrias".

Mendiguren, quien en la actualidad integra el Consejo Directivo de la entidad fabril en carácter de vocal, advirtió que "la señal a futuro de esta política, basada en el trípode mencionado de alta tasa de interés, atraso cambiario e ingreso irrestricto de capitales, es que seguimos en la vieja historia argentina de (Alfredo) Martínez de Hoz y  (Domingo) Cavallo, que deja sin aire a la industria y a todos los sectores productivos".

En sintonía con Sturzenegger, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, aseguró hoy que “el camino del descenso de la inflación está garantizado” y que el objetivo inmediato en materia económica es “ir generando algunos instrumentos que regulen el corto plazo”. 

“Estamos convencidos de que vamos a estar en torno a la meta que ha planteado el Banco Central, y lo más importante es que esa baja va a continuar el año próximo”, afirmó Peña durante una visita al partido bonaerense de Pinamar.

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