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Virgen de Punta Corral, dos imágenes y un misterio

A días de la masiva peregrinación religiosa hacia el santuario ubicado en pleno cerro, un lugareño relata la particular historia de fe en los pueblos de Tilcara y Tumbaya, y una histórica disputa por la pertenencia de la VIrgen.  

La imagen de la Virgen de Punta Corral, cuya aparición data del 1917, bajaba en sus inicios hacia el pueblo de Tilcara, pero esta situación motivó el reclamo de los habitantes de Tumbaya que finalmente lograron que descienda hasta la Iglesia de su pueblo, teniendo en cuenta que el Santuario está en esa jurisdicción y a muchos les pareció lo correcto.

Pero la disputa no terminó allí ya que esta determinación motivó que los devotos de Tilcara con esfuerzo propio consiguieran todos los materiales necesarios para levantar una nueva capilla en la zona de Punta Corral que pertenece a Tilcara y fue así que desde aquel momento y en esa nueva capilla se encuentra otra imagen de la Virgen.

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Al hacer referencia a los datos que se rescatan de esta particular historia David Gordillo Secretario de gobierno de la Municipalidad de Tilcara, relató: “durante los años 70 y ante la disputa por la Virgen se tomó la decisión de que la imagen descienda hasta la Iglesia de Tumbaya lo que motivo que los tilcareños no queden conformes con esta decisión”.

Según Gordillo fue durante la década del 70 cuando se cuestionaba y se generó una disputa entre feligreses y habitantes católicos de ambos pueblos, en ese momento se planteaba  por qué la imagen debía bajar por Tilcara y no por Tumbaya. 

Ante la decisión de que llegue al pueblo de la localidad donde está ubicado el santuario (Tumbaya), los devotos de la Madre que habitaban en Tilcara guiados por un conocido sacerdote español de esa época llamado Paco, tomaron la decisión de construir una Capilla en la Jurisdicción de Tilcara.

La gente se movilizó y colaboró con los materiales de construcción y la mano de obra hasta que se levantó la capilla en Punta Corral, pero en la parte que corresponde a Tilcara, además se encargó la imagen para esta nueva Capilla a un tallador Tucumano de apellido Villareal.

Terminado el trabajo, el artista entregó la imagen para que la vistieran y le regaló a la Iglesia de Tilcara un Cristo de madera al cual llamaron Cristo de la Quebrada.

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Este Cristo tiene una historia particular que no todos conocen pero que refiere a la vida personal del escultor, quien resultó ser el padre de Ana María Villareal de Santucho, conocida activista guerrillera que murió defendiendo su causa en el Sur del país.

Villareal al hacer la imagen del Cristo lo hizo con marcas de balas en el cuerpo similares a  las que le dieron muerte a su hija, por lo que la gente notó que no era una figura convencional.

Posteriormente el Cristo desapareció y fue  hallado destrozado en el Santuario de la Virgen de Punta Corral, hecho plagado de misterio y del que nunca se habla, en la actualidad dicen muchos que los restos de esta imagen están depositados en la Iglesia de Tilcara.

 

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