Política | Un año de gestión |

Gabinete provincial: Tarea para el hogar

El crédito se está agotando, en la Casa Rosada piden resultados, Morales pide logros, Sadir exige control y la mayoría de los ministros creen que la fiesta continúa.

Desde el Gobierno Nacional ya anunciaron que se pondrán manos a la obra para reformar la Ley de Coparticipación Federal, añejo reclamos de las provincias, Los estados federales reclaman mayor equidad.

Hasta ahí todo bien para Jujuy, pero... en estos casos siempre hay un pero. Rogelio Frigerio mandó un mensajes directo al corazón de cada gobernador, " analizaremos lo que recaudan (cada provincia) y lo que podrían recaudar, esto ligado a la calidad del gasto..."

"Algunas (provincias) no se preocupan por recaudar, otras están en guerra comercial y hasta arman aduanas interiores..." plantean desde la cartera de Interior, mientras que por lo bajo anticipan que las provincias deberán corregir sus esquemas de ingresos propios.

En ocasión de una visita de Marcos Peña a la provincia y ante una requisitoria de Jujuy al Momento, el hombre fuerte del gobierno nacional anticipó que la colaboración del PEN con las provincias sería directamente proporcional a la voluntad que muestren los estados provinciales en avanzar en la modernización del Estado y en la contención del gasto público.

Son justamente estos dos puntos donde la administración Morales muestra un estancamiento alarmante.

Los recursos provinciales son contendidos en un gran balde de plástico, con una tapa cerrada a presión donde arriba se sentaron Morales y Sadir para evitar que se fuguen billetes sin la justificación y el permiso necesario.

Ocurre el balde tiene tantas rajaduras que los billetes se filtran ante la mirada atónita de los custodios que ven como sus manos no logran tapar las grietas por donde se fugan los escasos fondos de la provincia.

La situación se agrava cuando desde el propio gabinete en nada se colabora para frenar el debocado gasto estatal.

Una tan desmesurada como ineficiente planta política favorece a este descontrol, y a su vez la política se alimenta del desaguisado administrativo.

La industria del viatico, y el excesivo gasto operativo son dos de los principales rubros por donde se fugan las rupias de las arcas estatales. Pero lo más grave es que ese descontrol en muchos casos es alentado por los propios funcionarios que ven justamente allí cajas políticas y de privilegios.

El gobierno no puede darse el gusto de perder otro año, el Estado imperiosamente debe ser administrado con las herramientas que brinda el Siglo XXI.

Desde el Gobierno nacional ya llegó la primera señal de alarma, ni un solo centavo llegó a la provincia para hacer frente al bono de fin de año. Desde lo técnico seguramente aparecerá una explicación, pero desde los políticos la lectura debe ser la correcta y recordar las declaraciones de Peña en el aeropuerto Guzmán y las recientes afirmaciones de Rogelio Frigerio.

El crédito se está agotando, en Balcarce 50 piden resultados, Morales pide logros, Sadir exige control y la mayoría de los ministros creen que la fiesta continúa.

En el periodo estival el gabinete deberá dejar el traje de baño para la próxima temporada, y cambiar la sombrilla y la pelota playera por una resma de A4 para diagramar y planificar lo que será un complejo 2017, donde no hay margen para el anuncialismo, las fotos y las intrascendentes conferencias de prensa, el 2017 será el año para exhibir resultados.

 

 

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