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Abuso de su hijastro y lo condenaron a 30 años de prisión

César Horacio Balderrama fue condenado a 30 años de prisión efectiva con declaración de reincidencia por los abusos sexuales perpetrados contra un niño, hijo de su pareja, informaron hoy fuentes judiciales.

La sentencia condenatoria la dictó el Tribunal en lo Criminal 3 integrado por los jueces Mario Ramón Puig, presidente, y los vocales María Alejandra Tolaba y Pablo Martín Pullen Llermanos.

Balderrama perpetró los delitos sexuales entre junio de 2009 y diciembre de 2010 en una vivienda ubicada en un barrio cercano al centro de capital provincial, donde el hombre convivía con su pareja, la víctima y otros dos hijos de la mujer.

Durante el juicio se determinó que el acusado, además de abusar del niño, lo amenazaba con que iba a matar a su madre si hablaba.

El tribunal condenó a Balderrama a cumplir la pena de 30 años de prisión efectiva más la inhabilitación absoluta por idéntico término, por resultar ser autor penalmente responsable del delito de abuso sexual con penetración en dos hechos, en concurso real agravado por la convivencia, cuya víctima fue un menor de edad.

El juez Pullen Llermanos consideró "ejemplificadora" la pena impuesta de 30 años con declaración de reincidencia, por lo que no podrá requerir la libertad condicional, y recordó que sobre el condenado pesa una condena inconclusa por el homicidio simple de uno de sus hijos y otra por abuso sexual.

"Había sido condenado a la pena de 16 años por matar un hijo, una pena que no está cumplida hasta el día de hoy porque estaba con libertad condicional y, además, tiene una condena de casi 4 años por otro delito de abuso sexual cometido en contra de otro hijo", precisó.

El magistrado adelantó que habrá una unificación de las tres condenas, por lo que se sumarán las dos anteriores a la que esta última condena a 30 años.

La fiscal del juicio fue Delia Filomena Ortiz, quien en su alegato solicitó la aplicación de una pena de 40 años de prisión.

En tanto, la querella fue representada por los abogados Rossina Garrido Peña y Eduardo Rodríguez Bravo, y la defensa técnica del enjuiciado la ejerció Martín Merites, defensor del Ministerio Público de la Defensa Penal.

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