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Parque Nacional Calilegua en un mar de dudas

Desde el momento mismo en que Gerardo Morales asumió el gobierno provincial, los anuncios en cuanto a la remediación del Parque Nacional Calilegua y la literal expulsión de los chinos fueron moneda corriente.

Durante la campaña electoral, Calilegua fue una de las principales banderas utilizadas para fustigar al indolente gobierno del Frente para la Victoria que sistemáticamente veía como se contaminaba el parque ante la impávida mirada de Fellner y Jenefes.

Consecuente con su discurso, Morales, apenas asumió, remitió a la legislatura una ley en diciembre  en la cual ordenaba la anulación de las concesiones hidrocarburíferas otorgadas en el Parque Nacional Calilegua, dando fin a lo absurdo, peligroso e ilegal que resulta extraer petróleo en un área protegida.

Como era de esperar el parlamento local aprobó la iniciativa gubernamental de manera unánime.

A partir de allí se comenzó a diagramar la arquitectura judicial que permita cerrar los posos, darle el olivo a los chinos e iniciar las obras de remediación.

Sin embargo parece que no es una empresa sencilla, ya que en caso de aplicarle todo el rigor en estos momentos generaría una serie de acciones judiciales que harían el tema interminable.

Algunos estiman que lo mejor es dejar pasar el tiempo hasta mediados de 2017, cuando el contrato finalice y recién avanzar sobre las obras de remediación.

Morales está dispuesto a recuperar Calilegua, ahora solo resta definir cuál es el camino más acorde.

Mientras tanto, llena la atención el pedido ingresado a Personería Jurídica para la conformación de una UTE conformada entre Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado (JEMSE) y Petrol AP bajo expediente 36325/16.

Lo curioso del caso es que Petrol AP es la empresa que explota Calilegua.

 

 

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