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Qué tener en cuenta para elegir el mejor café

Verde o tostado: ¿qué hay de cierto en que para incluir el café en una dieta vegetariana, sólo se puede consumir el grano verde, antes de que sea procesado y tostado?

Para una conversación importante, para una más informal, para matar el tiempo entre un compromiso y otro, para ganarlo en alguna larga noche de estudio o de trabajo contrarreloj. El café siempre está.

El café es una infusión completamente natural que se produce a partir de las semillas del cafeto, un arbusto que se cultiva en zonas tropicales. Los granos de café verde se extraen de las semillas y luego se clasifican para obtener los de máximo nivel para ser comercializados y tostados.

Si bien se sabe que el café verde tiene una buena cantidad de antioxidantes, lo mejor es consumir el de siempre porque cuando se tuesta el grano aparecen productos de tostación positivos para la salud que suman actividad antioxidante.

Consultado al respecto, el médico especialista en naturismo, sostiene que esta es una bebida que puede incluirse perfectamente en una higiene de vida saludable. El principal aspecto que recomienda tener en cuenta es que, preferentemente sea "orgánico", es decir cosechado sin uso excesivo de pesticidas y en condiciones de respeto por los trabajadores en los campos de cultivo y durante todo el proceso de producción. Además, sostiene que para cierta tipología de personalidades según la medicina ayurveda, el café, siempre que sea el expreso, torrado sin agregado de azúcar refinada, puede resultar eficaz para levantarles el ánimo a las personas que tienen tendencia a deprimirse o estar con baja energía.

- Al elegirlo: el café debe ser lo más fresco posible para conseguir su característico aroma.

- Al comprarlo: Todos los granos de café que ingresan al país son de alta calidad ya que fueron clasificados en el país de origen y luego pasan por una serie de controles de calidad de instituciones que dependen del Ministerio de Salud de la Nación. A la hora de comprarlo, se recomienda siempre verificar la hermeticidad del paquete o el frasco, puesto que la presencia de oxígeno afecta el sabor de la bebida.

- Al prepararlo: el agua nunca debe llegar a un punto de ebullición para no quemar el café.

- Al servirlo: el pocillo o la taza, que preferentemente sea de porcelana, debe ser previamente calentado para garantizar la formación de una espuma con cuerpo y duradera.

- Al probarlo: ¿qué hacer si en el bar o el restaurant nos sirven un café y nos disgusta, se siente "quemado", demasiado ácido o sin sabor? Atención: el buen café se distingue por tener un perfil de sabor armónico, sin notas "disonantes" y que deje un residual en boca que permita seguir disfrutando su sabor tiempo después de haber sido tomado. En este caso la única solución es pedir que nos cambien el café.

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